Allí, al igual que en otras entidades bancarias tanto públicas como privadas, disponen de algunos beneficios para atender un mejor forma a los usuarios que tiene cuentas u operan habitualmente con la institución.
Pero en el caso de este banco, esta diferenciación entre quien es su cliente y quien no lo es se lleva al límite de la discriminación.
Muchos rojenses se quejan que llegan al colmo que ya no hay clientes para atender e igualmente los siguen haciendo esperar.
En la semana concurrimos a la sucursal y pudimos comprobar esta lamentable situación.
Sin dudas que las autoridades de la sucursal deberán tomar medidas que la corrijan.