El siguiente informe periodístico del portal Semanario de Junín revela datos del ostentoso estilo de vida de un mandatario municipal de la Provincia.
¿Habrá entendido el mensaje el intendente Pablo Petrecca cuando en noviembre del año pasado su gobernadora les pidió a los jefes comunales “trabajar con humildad”?
Y esto incluye no sólo estar a la altura de los vecinos escuchando sus necesidades y reclamos, así como hacen en los timbreos que reservan para las épocas electorales cuando necesitan los votos… También parece que las palabras de María Eugenia Vidal iban dirigidas a la vida personal de cada uno, que debía alejarse de ostentaciones peligrosas (peligrosas para futuras reelecciones y acompañamientos en las urnas).
Pero… el joven político juninense del PRO parece haber cosechado en estos dos años un importante bienestar económico que le ha permitido comprar una nueva casa, en una zona de alto valor inmobiliario, como es la avenida San Martín y su intersección con Italia.
Como en la película Monster House, la fachada engaña… allí se levanta un chalet que desde el exterior parece señorial en su estructura, pero no muy llamativo dentro del paisaje tradicional. Lo interesante espera puertas adentro…
Hoy en día, unas veinte personas trabajan contrarreloj apurando el final de obra para que allí vivan el intendente y su familia. Y tal vez fue el lugar más custodiado de la ciudad el lunes siguiente a la muerte de Camila Borda: el miedo por un posible ‘10M’ hizo que se asignaran hasta cuatro patrulleros policiales, con el doble de efectivos, para vigilar un inmueble por ahora desocupado. No podía entenderse… hasta que ahora Semanario de Junín deja al descubierto cuánto dinero había por proteger en el interior.
Pablo Petrecca, con su esposa María Victoria Fiorini y el hijo de la pareja, Salvador, se preparan para ocupar su nuevo nido de amor, abandonando la primera casa matrimonial de calle República Libanesa. Ahora, esta propiedad pasó a manos de la diputada provincial Laura Ricchini, por lo cual –hasta que puedan mudarse- la familia del jefe comunal está parando provisoriamente en una quinta.
“Nos entusiasma saber que podemos hacer política de esta manera, que podemos llegar sin hacer clientelismo, mostrando que somos distintos, que somos personas honestas y trabajadoras”. Las personas (sobre todo los políticos) son dueñas de sus silencios y esclavas de sus palabras. Esa frase corresponde al propio Petrecca, allá por el 2013, cuando su sueño de pisar el campo político se hacía realidad y de la mano de una boleta corta, asumía como concejal.
Mientras, de la mano del ajuste, los vecinos hacen cuentas para pagar luz y gas y comer hasta fin de mes sin saltearse algún día, arquitectos, capataces y otras huestes del “gran jefe” presionan hasta el hartazgo a los trabajadores de la mansión de Italia 284, entre Av. San Martín y 25 de Mayo, con visos de soberbia propia de los nuevos ricos.
Una grosera muestra de poder y descontrol de gastos que no se condice con aquel joven candidato que sedujo al electorado hablando de puertas abiertas y que ahora se refugia en sus veleidades.
Digna de ser presentada por alguna de esas revistas acostumbradas a mostrar a los “famosos”, Petrecca bien podría convocar a fotógrafos de la revista Caras para, junto a su esposa Victoria, mostrar la residencia de una decena de ambientes, con cuatro habitaciones, cada una de éstas con vestidor y espacio bien determinado -dos para los zapatos, las camisas y los trajes- de manera casi obsesiva.
Siguiendo con la visita podrían observarse los seis baños con que cuenta el inmueble, con cerámicos de máxima calidad y sanitarios de primerísimo nivel, destacándose como detalle de excepción un jacuzzi para dos personas, de buenas dimensiones, para el relax diario tras una jornada agotadora.
A un integrante de una generación PRO, admirador de las redes sociales, no podía faltarle un lujo casi sin precedentes en la ciudad: la ducha turca con Iphone 7 incorporado, para estar al tanto de lo que va ocurriendo y de paso, enterarse de “todo lo bueno que hicimos esta semana”.
Con calefacción central en toda la casa, haciendo caso omiso a los cuidados en materia energética, es de destacar además la instalación de exactamente 12 (sí, doce) aparatos de aire acondicionado frío-calor (uno de éstos en el garaje), lo cual seguramente daría envidia hasta al propio ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren.
Casi sobre el final, los dueños y ocasionales invitados podrán deleitarse con una exquisita y flamante piscina en forma de “L”, dotada de un sofisticado sistema para su autolimpieza y calefaccionado, de modo tal que no genere demasiado trabajo pero sí el máximo disfrute.
Como corolario de tal inversión (que sólo de refacción y según lo consultado, podría rondar los 10 millones de pesos, sin contar el valor de la propiedad), la obra se remata con un sótano tipo búnker que consta de cocina, comedor, salón, habitaciones y una “sala de cine” tal como gusta llamarla el Intendente, con un excelente proyector incorporado.
Por supuesto, todo esto custodiado por una docena de cámaras de seguridad que controlan cada uno de los rincones de la suntuosa vivienda, más sensores de presencia, que delatarían la tarea de ocasionales delincuentes, esos que asolan a tantos barrios de la ciudad.
Palabras y hechos
Nadie duda del origen de los fondos por parte de la familia Petrecca para semejante millonaria inversión, a dos años de su asunción en el Ejecutivo. El intendente fue empleado de ARBA y su esposa es contadora del Banco Nación, o sea que hasta pueden tener créditos flexibles a mano para la inversión, esos que se le niegan a los vecinos “timbreados”.
Pero, en un contexto generalizado de achicamiento, presiones, sueldos bajos y tarifas altas, al menos parece un desatino tanta ostentación… y todo queda bajo un manto de sospechas que deberá analizar con sus aliados de Cambiemos, para que no queden como cómplices de semejante demostración consumista.
¿Qué dirán el pastor Samuel y su esposa Consuelo, los padres de Pablo? ¿Se alegrarán como todos los padres por los ‘avances’ logrados por sus vástagos o buscarán su reflexión a través de palabras de la Biblia?
Haz lo que yo digo, más no lo que yo hago. De casualidad, Pablo manda a ocuparse de cambiar algún foco de la vía pública o mejorar alguna calle de tierra, esas que otra vez sufren un abandono total. Mientras le escriben el ‘diario de Yrigoyen’, porque ya no recorre la ciudad ni visita vecinos ni acepta sugerencias o críticas, los juninenses van trocando la esperanza inicial en desilusión por una gestión que fue sumando puntos de altanería y soberbia.
“Revestíos de humildad hacia los demás, porque Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes” (Pedro, V: 5). La humildad, pues, llama a la conciencia de entender que los seres humanos somos todos iguales ante los ojos de Dios. Sólo que algunos tienen más plata y poder y mejor vida que otros.
¿Y el cartel de obra?
A fines de 2017, el municipio informaba, a través de su oficina de prensa, que “el Gobierno de Junín colocará los carteles en las obras particulares”, después de recibir “muchas denuncias de los vecinos que tenían inconvenientes en sus casas cuando había una obra en construcción y no sabían a quién recurrir”, y alentando “un rol activo para que se cumplan todas las recomendaciones que dicta la ley”.
Fue la directora de Obras Particulares, María Faustina Couget, quien explicó en su momento que “este es un nuevo procedimiento administrativo que se había dejado de realizar. Por tal motivo, decidimos volver a implementarlo para que los vecinos sepan cuáles son las obras que no son clandestinas y que el municipio está controlando. Esta cartelería se entrega solamente a las obras en construcción”.
En los carteles, pintados con el color característico elegido por la gestión municipal, “constan los mismos datos que se requieren en el cartel obligatorio que está en el reglamento de construcción, que muchas veces los profesionales o propietarios no cumplen”.
“En el cartel -reiteró la funcionaria- estará la totalidad de la información y ante cualquier duda también está en el expediente iniciado”.
Sin embargo, en la casa del intendente el cartel brilla por su ausencia. De ejemplo, poco y nada. Si bien esta normativa es de abril del año pasado, su vigencia sigue presente y no lo exime del cumplimiento. Cada obra, como la legislación lo indica, debe tener visible el cartel de obra correspondiente...
¿Por qué la obra del intendente no la cumple? La ley es para todos y no discrimina según cargos, funciones o posiciones sociales. No. Su obligatoriedad es para toda la sociedad, incluido el intendente que no es otra cosa que un ciudadano más, que -llamativamente- está al margen de la ley.
El jefe comunal debe pensar que en vez de una democracia que se rige por leyes debe estar construyendo en algún feudo, donde la ley es la que él cree.
Bueno, podría ser... ya que esa construcción, más que casa, parece un pequeño reino.