El miércoles 16 de mayo hubo actividad en la instancia local de los Juegos Bonaerenses para alumnos menores de 13 años, en el Parque General Alvear.
Y fueron varios los problemas que debieron enfrentar los profesores a cargo de las divisiones que participaron representando a las escuelas.
Hubo que lamentar robo de pertenencias, roturas de mochilas, vandalismo sobre bicicletas, peleas, menores que se ausentaron del lugar sin autorización, situaciones que, en algunos casos, debieron requerir de la presencia y el auxilio de la Policía Comunal.
Algunos de los hechos que resultaron más notorios, sirven para graficar las inconductas más llamativas, como arrojar mochilas desde los escalones más altos de la tribuna del Parque General Alvear, con el riesgo de lastimar a alguien, además de romper el contenido de las mismas. O la desagradable sorpresa, que se llevaron algunos alumnos al encontrarse con las gomas de sus bicicletas rotas, obligando a varios de ellos a llegar a sus viviendas caminando.
Lamentablemente estos comportamientos no son una cuestión aislada y sorpresiva para la comunidad escolar, ya que en estos últimos días sabemos que desde varias instituciones se han realizado reuniones con los padres de alumnos de primer año de la secundaria, para revisar las normas de convivencia de cada colegio, dado la dificultad que se tiene para dictar clases regularmente por diversos incumplimientos con cuestiones sumamente básicas que se deberían tener incorporadas desde el hogar, pero que la realidad muestra crudamente que no es así.
En tiempos como estos, cobra mayor relevancia la tarea de los docentes que se comprometen con la sociedad, intentando cubrir falencias que los gobernantes no sólo desatienden, sino que niegan que existan, dejándolos en el desamparo absoluto, sin reconocer en ningún aspecto la fundamental importancia que tienen los educadores para el futuro de nuestro país.
Es la economía dijo alguien; es la educación… decimos nosotros.