Al momento de acelerar en su carrera presidencial, Daniel Scioli sabía que contaba con un arma que podía diferenciarlo del resto de sus competidores: la exhibición de obras importantes para el desarrollo de la provincia más grande. “Es un país dentro de un gran país”, suele definir el gobernador al territorio que administra y, bajo ese concepto, el armado sciolista de cara a 2015 ha apostado por sacarle lustre a la gestión en Provincia como garantía de lo que el ex motonauta puede hacer encabezando el “gran país”.

De esta manera, lanzaron en los umbrales del fervor mundialista la campaña publicitaria “Buenos Aires, Activa como nunca”, haciendo hincapié en algunas políticas ya implementadas y otras puestas en marcha. "A diferencia de Sergio (Massa), Daniel puede mostrarse gobernando sin necesidad de hacer campaña política", fundamentan fuentes cercanas a calle 6, quienes, además de apuntar al rédito electoral de decisiones tales como la declaración de emergencia en seguridad, buscan que la concreción de significativas obras ya en proceso también le den al hombre de Villa La Ñata el espaldarzazo necesario en su transitar hacia la Casa Rosada.

Sin embargo, como en todo largo camino, suelen surgir escollos. Y durante el transcurso de la semana apareció uno y muy grande. Sucede que la decisión de la Corte Suprema norteamericana de rechazar la apelación argentina sobre el fallo que beneficia a los fondos buitre ha puesto al gobierno provincial en una posición complicada en lo que refiere a tomar deuda en el mercado externo para obtener dólares que financien, entre otras cuestiones, las obras estratégicas y necesarias para sacar a relucir la gestión naranja.

Vale recordar que semanas atrás, tanto el jefe de Gabinete, Alberto Pérez, como la ministra de Economía, Silvina Batakis, realizaron una visita a Londres para sondear posibles inversores. Con el objetivo de utilizar el permiso de endeudamiento aprobado en el presupuesto y buscando emitir deuda por alrededor de 500 millones de dólares, los países árabes eran algunos de los destinos a apuntar.  

“La Provincia de Buenos Aires es enorme y para que siga siendo el motor de crecimiento y de desarrollo del país necesitamos tener más rutas, más industrias que necesitan más gas, más agua, más cloacas, más salidas a los puertos, más puertos y todo eso se hace con financiamiento y estamos tratando de profundizar relaciones bilaterales con países que están dispuestos a prestarnos plata para este tipo de obras”, expresó Batakis tras reunirse con la Comisión de presupuesto en el Senado provincial.

No obstante, la ansiada colocación de bonos bonaerenses en los mercados internacionales se vio postergada en un principio ante la desfavorable tasa de interés (del 13,5%) ofrecida por los inversores (la Provincia se estiraba a un 12%). El éxito de las negociaciones con el Club de Paris parecía la señal indicada para el acuerdo con inversores, pero el pasado lunes llegó el baldazo de agua fría proveniente de las tierras del Tío Sam y quemó el libreto ideado originalmente por el equipo económico sciolista.

Otra vez enfriada la relación con el kirchnerismo, era clave para el gobernador obtener dólares del mercado externo y no depender de la aleatoria predisposición de Nación al momento de bajar recursos a Provincia. Por este motivo, preocupado, Scioli se reunió con Batakis, Pérez y el ministro de Infraestructura, Alejandro Arlía.

Indudablemente, uno de los temas centrales puestos sobre la mesa fue cómo afecta este panorama en la conclusión de la ruta 6, el acceso al Puerto La Plata, el tercer carril de la Autopista Buenos Aires-La Plata y las obras hidráulicas en la capital provincial y el río Luján.

Éstas, se han transformado en los caballitos de batalla del equipo de Scioli al momento de defender la eficacia de su gestión con miras a la próxima rueda electoral, por lo tanto, la no finalización de estos trabajos significaría un fuerte sacudón a la imagen de la Buenos Aires “Activa como nunca” bajo la cual se escuda la candidatura de D.O.S.

Por lo pronto, el mandatario bonaerense, escuchó las opiniones sobre el tema de sus dos economistas de cabecera: Miguel Bein y Mario Blejer, al tiempo que consideró que el Juez neoyorquino,Thomas Griesa, “debería facilitar que se pueda unir la voluntad de pago de nuestro país, especialmente al 92 por ciento de los bonistas que aceptaron esa reestructuración, no ponerla en riesgo, y luego encontrar los caminos a través de una negociación para el caso de los holdouts que habían quedado pendientes”.

Mientras desde Provincia se está expectante sobre los avances de este tema, lo cierto es que por el momento la pelota que se intentaba trasladar hacia los mercados externos, por lo pronto se para. Más allá de esto, se echó por tierra la posibilidad de que este panorama complique a la hora de pagar los aguinaldos, aunque la incertidumbre se posa sobre las obras.

La prioridad son las ya mencionadas, con las cuales se intentará seguir profundizando para no perder “la actividad macro” de la gestión, aunque el interrogante aparece sobre aquellas no tan publicitadas y que en varios distritos de la provincia están a medio terminar, con los plazos vencidos y a la espera del guiño necesario para lograr la ejecución total. Para ellas, al parecer habrá que esperar a ver si el acercamiento a la decisiva elección hace que allí Buenos Aires luzca activa, como nunca.

Fuente: NOVA