En la tarde del jueves 2 de noviembre, con la conformidad de la dueña de casa, comenzó la demolición de la última propiedad sobre la que estaba pendiente una orden de desalojo en la causa judicial iniciada oportunamente por el intendente de Rojas, quien denunció usurpación por clandestinidad. La prórroga expiraba este viernes.
Con la colaboración de familiares, amigos y vecinos, la damnificada y su pareja fueron desarmando con paciencia lo que con tanto esfuerzo les llevo años construir.
Así fue como, con suma precaución, retiraron todos los elementos que puedan servirles en el levantamiento de una futura vivienda, como tirantes, chapas, aberturas, puertas, ventanas, pisos, cañerías, azulejos, que fueron trasladados para su depósito hasta la sede Municipal de Promoción Social, ubicada en calle Mármol y Zapiola, donde permanecerán hasta que los puedan utilizar.
De acuerdo a lo que nos contó esta vecina, desde esta dependencia del Gobierno local, se comprometieron a abonarle el alquiler de una vivienda por el término, en principio, de un año. Con la posibilidad abierta, de poder más adelante, ofrecerles un terreno donde volver a levantar su casa.
Pero la cruel realidad los ubica en este presente, en el cual la propiedad para alquilar la deben buscar ellos con la ayuda de sus amigos, familiares y ciudadanos solidarios que colaboran.
Mientras están en esta búsqueda, se alojarán en el hogar de la mamá de Fabiola. Recordemos que la familia está compuesta por la pareja y sus tres pequeños niños.