Negrita como se la conocía en nuestra ciudad fue una destacada médica nefróloga que con su profesión trascendió en el país y en el mundo.

Completó su formación en los EE UU, fue presidenta de la Sociedad Internacional de Nefrología, investigadora del CONICET, fue una de las fundadoras de la Asociación Nefrológica de Buenos Aires (ANBA) y podríamos continuar con su rico historial profesional; pero sin dudas será recordada como una buena persona- el mejor título de un ser humano – que estuvo siempre dispuesta a dar una mano a todo aquel rojense y sus familiares que atravesaran algún problema de salud, poniéndose a disposición para abrir las puertas de los mejores centros médicos de la Ciudad de Buenos Aires o el lugar que fuera necesario.

En la faceta personal en nuestra ciudad se la recuerda por su pasión por el canto, el tango, el baile, su paso por el TAFS y la Agrupación Coral en su etapa de estudiante secundaria en la ENSNA.

Y pocos saben que el centro de diálisis que funciona en el Hospital Municipal Unzué lleva su nombre.

Acompañamos desde aquí junto a la comunidad de Rojas con un profundo respeto el dolor de sus familiares y amigos.