Conocidos
son los reclamos vecinales que se multiplican por diversos puntos del
territorio bonaerense a raíz del mal estado de las rutas. Muchas de estas
manifestaciones han sido organizadas por la Unión de Usuarios Viales, en tanto
que varios legisladores e intendentes de la oposición han alzado su voz ante
esta problemática que ya se cobró la vida de una gran cantidad de personas en
accidentes.
Pero
quien ha dado la nota al respecto en las últimas horas fue el alcalde de Salto,
Oscar Brasca, quien expresó con dureza que "le tengo prohibida la entrada
al gobernador" al Palacio Municipal hasta que no empiece la obra de la
ruta 191, la cual refleja un pésimo estado, mayormente en el tramo que une a la
mencionada ciudad con Arrecifes. Esta postura cobra aún mayor fuerza si se
tiene en cuenta que Brasca forma parte del Frente para la Victoria: “Yo le
mande una carta documento y es del palo mío”, aseguró sin ruborizarse el
mandatario municipal en alusión al exmotonauta.
Vale
recordar que días atrás, el gobernador estuvo en Salto para recorrer la Planta
de galletitas Bagley que el Grupo Arcor tiene en ese distrito. En esa
oportunidad también se hizo presente Brasca, aunque a posteriori el jefe
comunal destacó que fue allí invitado por Luís Pagani, gerente de la mencionada
empresa, dejando en claro así que nada quiere saber con el precandidato
presidencial naranja hasta que no concrete la repavimentación de la ruta 191.
Más
allá de esto, cabe señalar que Brasca mantiene una alineación más cercana al
kirchnerismo duro. Muestra de ello es el reciente encuentro que mantuvo con su
par de Berazategui y precandidato a la gobernación bonaerense, Juan Patricio
Mussi, sobre quien afirmó que tiene “los mejores genes” para llevar las riendas
del Estado provincial.
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