Ellas son Analía Guilera y Victoria Menoyo, médicas pediatras nacidas en nuestra ciudad y que ejercen su profesión en el Hospital Municipal.
Ambas forman parte de la ONG Adesar (Asociación para el Desarrollo Sanitario Regional) que está formada por profesionales de la medicina de distintos hospitales del país y, cada 45 días se van agrupando para realizar estos viajes al Chaco Salteño, puntualmente al pueblo Alto La Sierra, donde viven unas 4 mil personas, en su mayoría de la comunidad wichi y la mitad son niños.
Allí durante cinco días recorren la zona para atender a las familias que están en el monte, que constituyen poblaciones originarias que viven en sectores aislados.
Ya que si bien la mayoría vive en el pueblo, hay también varios miembros de esta población que se encuentra en la zona de montes en condiciones brutalmente precarias; con chozas como casas, cuatro palos de pared y una lona como techo, no tienen luz y tampoco agua potable. No tienen calzado ni condiciones de higiene. Son los olvidados.
Estas dos profesionales rojenses brindaron una nota al periódico regional juninense Democracia donde explicaron y contaron sus experiencias en estos viajes.
Según cuentan el gran logro que se está teniendo con estas actividades que realizan en conjunto la ONG a la que ellas pertenecen y los Ministerios de Salud de Salta y de la Nación, es que se da una continuidad que ha permitido romper la barrera cultural con estos pobladores y poder desarrollar una tarea que llevara tiempo, pero que de mantenerse ira desterrando la gran cantidad de patologías que afectan a todos ellos.
Principalmente la desnutrición en los chicos y en adultos diabetes, hipertensión y tuberculosis. La mayor parte de los embarazos son de alto riesgo porque las mamás son adolescentes y suelen tener hipertensión, entonces el control del embarazo es fundamental.
En este tema del embarazo, le ofrecen a la mamas, colocarles un implante subdérmico para no quedar embarazada por tres años, con lo que se busca una planificación de natalidad.
Ambas cuentan que estos viajes las han movilizado desde lo emocional, provocando que según cuentan textualmente que sea una antes y un después porque es otro tipo de medicina, distinta a la de la ciudad.
Para poder llevar a cabo estas acciones, además de las cualidades personales, es muy importante contar con sólidas bases familiares de buenas personas y, ambas lo tienen ya que las Familias Guilera y Menoyo, se han ganado el respeto de nuestra comunidad, con la trayectoria de sus miembros.
Analía con una numerosa y querida familia, con gran cantidad de hermanos que se destacan en sus actividades y los ámbitos donde las desarrollan, por tener siempre el pensamiento en el bienestar del prójimo.
Y Victoria, con los antecedentes profesionales de su recordado abuelo y su padre Pedro, personas reconocidas desde la parte médica, pero más aún desde la humana, haciendo extensiva esta parte a su Tía Liliana, apreciada docente y profesora de piano, que se retiró de la educación siendo directora de la Ensna.
Honrar la vida.