Tras los reclamos vecinales del sábado por la tarde, este medio pudo comprobar la existencia de basura acumulada en las puertas de la Escuela N° 11. El panorama era de desperdicios de frutas y verduras.
“Los directivos deberían dar el ejemplo y no tirar las frutas que les entregan porque los que sufrimos las moscas y el olor somo nosotros”, expresó una frentista de la cuadra.
Así las cosas, los directivos del establecimiento deberían establecer un mejor mecanismo para los desechos, dado que las bolsas son presa fácil para los animales callejeros, máxime en un fin de semana.
Bregamos para que el que tenga la responsabilidad actúe en consecuencia, habida cuenta de la afeada postal, al tiempo que destacamos la preocupación de los vecinos para evitar esta degradación ambiental.