Desde dentro del propio Gobierno municipal, este funcionario que supo ganarse una gran confianza del propio intendente estaría siendo examinado en el ejercicio de su puesto de inspector general.

Las quejas sobre Tersilio Cattáneo, se centran principalmente en la utilización del vehículo municipal a su cargo, para fines personales, haciendo hincapié en la cantidad de combustible que gasta, que excedería el necesario para cumplir con sus funciones.

Se le remarcan algunos viajes a localidades vecinas que no estarían justificados por temas de gestión municipal, sobrepasando los límites de velocidad, lo cual habría provocado que, en uno de ellos estuviera a punto de ocasionar un choque con una familia, cuyo incidente parece ser llego a oídos  del Intendente que a la vuelta de su viaje, tomaría alguna decisión al respecto.

El rio suena, y con la sequía que hay, se escuchan todos los ruidos. Habrá que esperar si tocan rock metálico o el himno de la alegría.