Esta pasada semana, el basural a cielo abierto de nuestra ciudad siguió ardiendo, como lo ha hecho casi todos los días de este año 2018.

Y en esta ocasión, hemos sido favorecidos por los vientos que han soplado para todas las direcciones, menos hacia la ciudad.

Las quejas continúan y las reacciones no se producen, más bien se acentúa la incredulidad de la población por la notoria pasividad de las autoridades de medio ambiente.

Por lo pronto, todo parece indicar que sólo se apuesta en la inmediatez, a la llegada de la topadora, siendo necesario aclarar que nos referimos a una máquina, y no a la gobernadora María Eugenia Vidal que arrasa con los derechos de los jubilados, los docentes, los alumnos de escuelas rurales y especiales, los bancarios, y todo aquel que no viva en el mundo Heidi.