Parece mentira que todos los días haya hechos de seguridad en un pueblo que apenas supera los 18 mil habitantes en la ciudad cabecera. Las autoridades municipales no tienen idea dónde están parados y nada hacen al respecto. O tal vez lo que hacen no da los resultados esperados por la población.
A una mujer le robaron la cartera con sus pertenencias dentro de ella como documentación personal y dinero, entre otros elementos.
Rojas ya dejó de ser la tranquila ciudad que en la región se envidiaba y sus índices delictivos están a la altura de cualquiera que doble su cantidad de ciudadanos. Vandalismo, robos, hurtos y arrebatos son los hechos que están al orden del día y parecen no aflojar.
Encima el secretario de Seguridad del Municipio, el inefable abogado penalista Miguel Núñez, se fue de viaje a Israel para capacitarse, lo que dejó en evidencia que el funcionario no está capacitado para el cargo que ejerce, dado que no se preparó antes de asumir. Un improvisado total.
Hace unos días hicieron egresar por la fuerza a la nueva policía local, pero los objetivos no se obtienen y la gente comienza a impacientarse. A prácticamente un año de haber asumido, el intendente Claudio Rossi no ha mostrado el rumbo de su gestión, poblada de improvisadores y aventureros en la gestión.