En la tarde de este jueves ya se notaba el desborde del río Rojas a la altura del puente Hardoy, donde se observa la fuerza con la que viene el agua. Y esa es la cuestión como ya lo planteamos en la nota sobre la situación en la Ruta 188 a la altura del Club de Pescadores ¿De dónde viene?
Lo concreto es que de un día para el otro nos encontramos con esta preocupante situación, sin ninguna información de las autoridades correspondientes.
Solo sentir impotencia de ver como se repiten cada vez con mayor frecuencia y, luego tristeza por la ausencia de contención a los vecinos que sufren estas crecidas que, la cruda realidad nos muestra que llegaron para quedarse.
Así estamos con un Estado municipal en primera instancia que no cuenta con ideas ni recursos para afrontar seriamente el problema, y solo les propone a los vecinos de Santa Teresa la construcción de un terraplén que si no se hace debidamente puede convertirse en una trampa aún más peligrosa.
Y en segunda instancia aguardamos la intervención de las autoridades provinciales quienes son tironeados desde distintos sectores con poderosos intereses que cuando prevalecen solo perjudican a las localidades más débiles y mansas.
Por lo cual habrá que preguntarse si no está llegando la hora de juntar voluntades sin mezquindades políticas y plantar una bandera con firmes convicciones para defender el bienestar de nuestra comunidad, ante decisiones arbitrarias que nos coloquen en una situación vulnerable en la que nunca estuvimos en nuestra historia ante este tema de las inundaciones.