Indignación en un grupo de alumnos causó el mal trato propinado por uno de los directivos del Hospital Unzué cuando fueron a hacerle un par de preguntas para elaborar una encuesta, y así realizar un trabajo para la escuela. Decepción, bronca e impotencia en los jóvenes que acudían para cumplir con un deber, interesados en un tema específico.
“No me pueden hacer una pregunta tan boba”, les contestó el funcionario ante la requisitoria de los adolescentes. “Es una vergüenza cómo nos respondió”, indicó a través de las redes sociales una de las alumnas que no podía creer lo que acontecía.
“Esa respuesta la teníamos que buscar en un diccionario”, comenta que el facultativo les aconsejó de mala gana o que “con la tecnología que hay ahora que busquemos en internet”.
Lo que no se da cuenta este “profesional” poco humano es que si los chicos hubieran querido saltear la entrevista ya lo hubiesen buscado en internet, sin esperar a que un foráneo se los dijera. Tales contestaciones causaron consternación en los jovencitos que se dirigieron inmediatamente a la clínica, donde una doctora les contestó muy amablemente lo que ellos necesitaban.
“Les agradecemos mucho a la doctora Celeste Boveri y a la bioquímica Paola Romero”, dijo la misma chica, por la disposición que tuvieron para el trabajo práctico que debían elaborar los estudiantes, esta vez con distinta suerte a la que tuvieron en el Hospital.
“Una vergüenza cómo fuimos tratadas y esa gente ponen de encargados de una institución”, publicó enardecida la jovencita y finalizó diciendo “tenemos 16 años y la verdad es que con gente así nos espera un muy mal futuro”. Sin palabras que agregar, las reflexiones de los estudiantes están más que claras para describir lo que sucedió en uno y en otro lugar.