"Podrán cortar todas las flores pero no podrán detener la primavera"
Pablo Neruda
Hace 35 años, la Dictadura Militar escribía uno de los tantos capítulos más sangrientos de toda la historia Argentina: la recordada “Noche de los Lápices”. Aquella noche, de las más negras de nuestra historia como país, un grupo de estudiantes eran secuestrados, torturados y, muchos de ellos, asesinados.
Cabe recordar que todos estos jóvenes tenían menos de 20 años, y que fueron secuestrados por exigir la implementación del Boleto Estudiantil que había sido suspendido por las autoridades dictatoriales. Este no fue solo un hecho aislado, sino que formo parte de una serie de secuestros y torturas a miles de argentinos, sin importar su edad, religión o sexo, que querían en un país más justo, más igualitario, a lo que muchos de estos dictadores llamaban “subversivos”.
Las paradojas y el destino (si es que así lo podemos llamar) nos llevan a que dentro de un par de días, el 18 de este mes, vamos a recordar un suceso muy similar como fue el secuestro de Jorge Julio López, en donde esperamos que este caso no quede impune y tenga una resolución ya.
Hoy en Argentina, vemos como los genocidas de la última dictadura van pagando uno a uno y esto nos llena de orgullo ya que estos genocidios no tienen que quedar impunes. Pero también nos gustaría llamar a que todos veamos como otras facetas de los derechos humanos son violados, como lo son los miles de chicos desnutridos en el “granero del mundo”; como lo son las más 150 víctimas desaparecidas y asesinadas a causa del feminicidio; como lo son las cientos de mujeres secuestradas por las redes de trata y narcotráfico; como lo son las miles de personas que no tienen acceso a una vivienda y trabajo digno en nuestro país; como lo son los miles de jóvenes sumergidos en el denominado crimen organizado, entre tantos hechos que podemos nombrar. Estos tienen que ser los temas de agenda para que el país empiece a avanzar en un sentido positivo, en generar políticas que trasciendan en el tiempo, y para no tener que vivir más casos como los ya mencionados.
Nos parece importante en esta fecha recordar y no olvidar a aquellos jóvenes desaparecidos aquella noche de 1976. Por otro lado, este día nos tiene que hacer reflexionar para afianzar la democracia, el respeto por las instituciones y para consolidar, cada vez más, valores como la Justicia y la Memoria. Justicia para que todos los culpables militares y civiles de la última dictadura paguen por lo que hicieron, para que toda la corrupción de los 90 hasta ahora sea sepultada en la cárcel y no insólitamente absuelta, como lo fue el ex Presidente Carlos Menem en el día de ayer. Memoria para no olvidar no solo lo que pasó en último golpe, sino para no repetir recetas pasadas que llevan al derrumbe institucional de nuestro país. En palabras de Eduardo Galeano en su Libro de los Abrazos, “Recordar: (del latín re-cordis) volver a pasar por el corazón”, para que Nunca Más pasemos situaciones como estas en nuestro país.
Juventud Socialista de Rojas