Los Casalongue: una familia desperdigada por el país que se reencontró gracias a las redes sociales.
Fruto
de la gran inmigración europea de fines del siglo XIX, miles de familias
arribaron al extenso territorio argentino y se desperdigaron en distintas
regiones del país.
Los
Casalongue fueron una de ellas: alrededor de 1870 tres hermanos partieron desde
Francia para buscar un mejor futuro; pero al poco tiempo cada uno siguió su
camino en la llanura pampena, perdiendo la conexión para siempre. Luego de más
de un centenar de años, las distintas generaciones indagaron sobre sus raíces
en las redes sociales y lograron generar una reunión en la ciudad de La Plata.
A
partir de la necesidad de rearmar el árbol genealógico y conocer a primos, tíos
y sobrinos, crearon un grupo de Facebook. No pasó mucho tiempo para que
familiares dispersos en todo el país se sumen al proyecto que culminó con un
cálido almuerzo en la quinta “A Mi Manera” de Arana, de la que participaron
varias generaciones.
Raúl
‘Cacho’ Casalongue, el más experimentado de la familia, reconoció en diálogo con NOVA estar emocionado
por el encuentro: “Nací en una estancia de Guido Spano, un pueblo de la
localidad de Rojas. Éramos trece hermanos, ocho varones y cinco mujeres, pensé
que nunca íbamos a llenar una mesa con toda la familia como en aquel tiempo”.
Por
su parte, Marta, sobrina de ‘Cacho’, explicó que circunstancias de la vida
separaron a la familia: “Perdí el contacto cuando era niña con mis primas y a
otras no llegué a conocer, a pesar que no vivíamos tan lejos”.
El
reencuentro de los Casalongue es un fiel reflejo de la revolución que han
causado las redes sociales en el mundo de la comunicación. “Esperemos seguir
rompiendo las fronteras con el grupo de Facebook y que a la próxima reunión se
sumen más familiares de todo el país”, afirmó Mario, otro de los sobrinos.
A
pesar de la desconexión que hubo durante décadas, cuatro generaciones que
actualmente viven en La Plata, Buenos Aires, Rojas, Salto, Arrecifes, San
Nicolás, Mar del Plata, Bahía Blanca, Zárate y Guaminí volvieron a llenar la
mesa de los Casalongue, peronistas e hinchas de San Lorenzo por herencia. Las
familias de Raúl, Glido, Pedro, Elena, Rita, Nazar, Guillermo, Ada, Irma, Inés,
Orlando, Obdulio y Noel compartieron anécdotas que creían perdidas en el
tiempo.
La aventura de tres hermanos franceses
El
primer Casalongue en llegar a Argentina fue Pedro (Pierre), junto a dos
hermanos, quienes vivieron en un principio en la provincia de Entre Ríos. Tras
unos años de adaptación, uno de ellos se radicó en Uruguay y el otro en la
provincia de Buenos Aires, dedicándose todos a la actividad rural.
En
Francia, solamente quedó Anna Casalongue, casada con Jean Théodore Plaa.
Actualmente, el apellido Casalongue prácticamente se ha extinguido en el país
galo, debido a que muchos que portaban dicho apellido quedaron solteros y otros
se casaron pero solamente tuvieron hijas.
En
cambio, muy lejos de lo que sucedió en el viejo continente, en tierras
americanas los Casalongue pisan cada vez más fuerte, con familias que se
agrandan y primos que volvieron a unirse.
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