LA PLATA, Julio 05.-(Por JOSE PICON) La campaña electoral bonaerense empezó a ganar temperatura y aportó, casi a modo de anticipo, algunas definiciones de cara al futuro.
Ese puñado de certezas aparece en medio de los tironeos que se registran en el oficialismo donde la disputa entre Aníbal Fernández y Julián Domínguez viene escalando en intensidad y cruces subidos de tono.
Con la prepotencia de los números que lo ubican al tope de las preferencias entre los candidatos del FpV para la Gobernación, el jefe de Gabinete intensifica por estas horas las recorridas por las comunas y los contactos con intendentes, acaso para salir al cruce de lo que se ventila desde el campamento enemigo: que el 90% de los alcaldes tributa en el esquema de Domínguez y Fernando Espinoza.
BERNI, EN ESCENA
El jefe de la Cámara de Diputados apunta a descontar esa ventaja con algunos gestos fuertes. El primero, empezará a sostener con mayor firmeza la idea de que, en caso de acceder a la Gobernación, su ministro de Seguridad será Sergio Berni.
El actual secretario de esa área en Nación va de candidato a senador por la Segunda sección electoral y aún antes de que se terminara conformando el binomio con Espinoza, se había mostrado en varios actos institucionales con Domínguez.
La idea de sostener a Berni apunta a dar certidumbre de que en el tema de Seguridad, el tema clave de la agenda provincial, el presidente de la Cámara de Diputados pondrá un dirigente con experiencia en la materia y fama de “duro”.
En esa sintonía se espera que en las próximas semanas Domínguez descorra el velo del misterio sobre otros nombres de un probable gabinete provincial. “Algunos de ellos son muy conocidos”, dicen cerca del hombre de Chacabuco.
En esa pelea hace equilibrio Daniel Scioli. El candidato presidencial del oficialismo reparte fotos con ambos pretendientes a la sucesión y ordenó a su tropa neutralidad.
Esa idea de prescindencia no implica la inexistencia de preferencias en algunos sectores del gabinete provincial. Varios funcionarios, en privado, expresan sus simpatías por Aníbal, quien aún en tiempo de chisporroteos entre Scioli y la Casa Rosada había expresado su respaldo al mandatario bonaerense.
Por estas horas aparecieron además algunas señales en torno de la posible integración del gabinete nacional de Scioli, en caso de que el candidato del FpV acceda a la Casa Rosada.
Distintas versiones dan cuenta de que entre tres o cuatro de los actuales ministros del equipo provincial podrían desembarcar en Nación en la primera línea del equipo de colaboradores de un hipotético gobierno sciolista.
Uno de los nombres más mencionados en las últimas horas fue el de Silvina Batakis, titular de la cartera de Hacienda bonaerense y a quien Scioli está llevando a encuentros con empresarios e industriales.
“Si no va de uno, va de dos”, dicen quienes dicen conocer el esquema que tendría un posible gabinete nacional con Scioli en la Presidencia.
Hay quienes apuestan a que hay otro nombre seguro para el área de Derechos Humanos: Guido Carlotto. Actualmente conduce ese mismo espacio en la Provincia y Scioli podría ofrecerle continuidad en la Nación.
También se habla de destino ministerio para Alejandro Collia, el actual titular de Salud en la Provincia.
¿BLINDAJE?
Habría en ese dirección alguna intención de “blindar” un posible equipo sciolista. Una estrategia que se apartaría de aquella lógica que se trazó alguna vez de conservar uno o varios funcionarios de la actual administración nacional.
Una fuente sciolista lo graficó sin vueltas en las últimas horas. “Ellos (por el kirchnerismo duro) se quedaron con la listas de legisladores. El gabinete, es nuestro”.
En busca de recortar las diferencias que Scioli le saca en la Provincia, Mauricio Macri concentrará su campaña en territorio bonaerense.
El precandidato presidencial de Cambiemos tiene previsto desembarcos duales: como actor protagónico y excluyente de esas movidas o acompañando a la aspirante a la Gobernación, María Eugenia Vidal.
En rigor, la campaña bonaerense del armado radical-PRO-Coalición Cívica incluirá actividades que, por su parte, realizará el compañero de Vidal, el radical Daniel Salvador.
“Vamos a rastrillar la Provincia”, dicen en el gobierno porteño, donde admiten que la poderosa Tercera sección electoral (en el sur del Conurbano), sigue siendo el punto flaco de Cambiemos y donde el Frente para la Victoria hace una diferencia importante.
Mientras tanto, radicales y macristas se aprestan a librar algunas batallas de alto voltaje en las comunas. Incluso varios intendentes radicales deberán lidiar con candidatos del PRO que están bien posicionados y que amenazan con desalojarlos del poder. En el Interior bonaerense están planteados varios escenarios de esas características, en medio de una fuerte tensión y finales con interrogantes.
EL CASO DEL JUEZ
El control del proceso electoral bonaerense quedó en tanto en el medio de una nueva controversia cuando un juez federal apartó del cargo al actual titular de Juzgado Federal 1, que tiene la competencia electoral, Laureano Durán.
Con el argumento de que el Consejo de la Magistratura lo puso en funciones por medio de un reglamento “inconstitucional”, el juez Recondo hizo lugar así a un planteo de dirigentes del radicalismo.
El impacto de correr a Durán duró lo que un suspiro. Un día después de la decisión de Recondo, la Cámara Federal confirmó a Durán en el cargo, por lo que seguirá al frente del control de una elección clave como la bonaerense que reúne casi el 40% del padrón nacional.
En medio de ese chisporroteo, el kirchnerismo movió rápido y logró el acuerdo del Senado para que Ernesto Kreplak asuma en el Juzgado Federal Nº 3. De esta forma, se garantizó, por una u otra vía, el monitoreo judicial de los comicios.
Kreplak será subrogante de Durán y ambos funcionarios fueron impulsados por la mayoría K en el Consejo de la Magistratura.(Fuente: EL DIA)