En estos últimos días, por la zona de bares de nuestra Avenida de Mayo, apareció un personaje de esos que nadie sabe de dónde viene, ni tampoco hacia dónde sigue, ni tampoco cuándo desaparece de nuestra ciudad.
Pero lo que es seguro, es que los habitués de esos tradicionales lugares de encuentros, no se olvidarán más de esta visita que sacude sus rutinas diarias de cafés.
A este muchacho le gusta imitar a Sandro, y como dice la propaganda del lustramueble, ¿está mal que le guste cantar “Rosa Rosa”? Por supuesto que no, y más allá de la calidad de la interpretación, este juglar callejero funciona como las fonolas o rockolas de antaño, le ponés la moneda y arranca.
Y para completar la nostalgia de esta historia, en este mes, más precisamente el pasado 4, se cumplieron siete años de la partida a la eternidad del inolvidable Gitano.
Ojala existan más locos lindos como este personaje, que no tienen nada de maldad, y que sepamos darle los lugares que se merecen, sin permitir que nadie llegue a burlarse de su persona ¡Qué bueno sería”!