Según trascendió, unos lote con 60 vacunas se habría perdido en el vacunatorio en Rojas durante el fin de semana pasado. Esto fue a causa de una negligencia imperdonable que podría haberse evitado si los responsables hubieran hecho su trabajo como corresponde.
El hecho es, asegura la fuente informante, que luego del conteo de las vacunas recibidas, se olvidaron de guardar nuevamente en el freezer un lote de 60 dosis, que fueron encontradas al día siguiente y que efectivamente habían perdido la cadena de frío (condición indispensable para su conservación).
Este “descuido” no es menor. Sesenta vecinos se quedarán sin poder recibir su vacuna en el turno asignado, teniendo que postergar y reprogramar la fecha de aplicación de su dosis.
Pero aún más grave que esta situación (que se soluciona con una sencilla “reprogramación” de turno) es la actitud de los responsables directos.
Descuidar un lote de vacunas, en la situación apremiante que una pandemia implica, se asemeja más a una actitud de soberbia que a un error involuntario. Tener responsabilidad sobre algo tan preciado no solamente implica organizar una cantidad de turnos en un vacunatorio o recibir las dosis en la puerta del mismo, implica valorar cada dosis con la misma importancia que a cada rojense y cuidar esa dosis hasta que finalmente llega al destino que debe tener: la salud de una persona.
Según pudo averiguar este portal, se estaría motorizando en el Concejo Deliberante un pedido de informe para conocer el detalle de la situación que terminó en esta pérdida irreparable, porque es una explicación que se le debe a todos los ciudadanos.