Usuarios denunciaron a la empresa “Pullman” tras un terrible viaje.
La noticia fue difundida por el medio colega Junín Digital:
En esta oportunidad, la falta de higiene hizo que el olor fuera insoportable y que dos pasajeros tuvieran que ponerse a limpiar para poder seguir transportándose.
En declaraciones a La Posta Radio (FM 88.5), una de las pasajeras, Ángeles Iglesias, relató: “El sábado por la tarde salimos con casi tres horas de atraso desde Liniers hacia Lincoln. El tema de los retrasos es algo normal, la excepción es que los colectivos salgan a horario. Las unidades dejan muchísimo que desear. A veces no decimos nada ni denunciamos porque la atención de la gente de Lincoln y de Liniers, en ventanilla, es excelente y, pensando en ellos, preferimos no decir nada”.
Respecto a la situación que habían vivido puntualmente en esta ocasión, indicó: “Esta vez se dio un caso que muchos de los pasajeros denunciamos a la Comisión Nacional de Regulación del Transporte, donde nos tomaron todos los datos y en un mes van a resolver la reunión. Lo que ocurrió en Liniers cuando subo es que había un olor horrible y los pocos pasajeros que había arriba, en la parte superior del micro, estaban en la parte de atrás. Busco mi asiento, pero el olor era insoportable y la gente comenzó a intranquilizarse”.
En ese sentido agregó: “Una persona, que no sabemos quién fue, se había hecho caca desde el asiento, la escalera y el baño. Quien haya sido, esperemos que haya recibido la atención correspondiente, porque la descompostura que tendría debió haber sido tremenda. A todo esto, nadie limpiaba. Los choferes nos dijeron que iban a llamar a los gremios porque en la terminal de Liniers nadie de la empresa quería limpiar y ellos decían que no les correspondía”.
La pasajera explicó: “La empresa no nos ponía otro micro para que nos pasaran y nos mandaron un mediador que empezó a pelear con los pasajeros. Finalmente, dos de ellos pidieron guantes, baldes con agua y lavandina y limpiaron para que pudiéramos seguir. Mientras tanto hicimos la denuncia correspondiente. Una vez que terminó todo, pudimos partir”.
Sobre la denuncia indicó: “Además de contar todo lo que pasó, dejamos constancia de que la situación es cada vez peor, porque no pretendíamos que limpiaran los choferes, pero la empresa tendría que haberlo resuelto o con otro micro o con alguien que limpiara”.
Por último, la mujer argumentó: “Hago esto público porque creo que las fuerzas políticas deberían ver que este negocio está manejado por un monopolio desde hace años y que la calidad del servicio va decayendo; cada vez viajamos peor. A los jubilados nos sacaron el beneficio del descuento y los costos son altísimos, y no hay un servicio acorde a lo que estamos pagando. Además, tampoco se ve ningún tipo de inversiones”.