¿Debe seguir en su cargo?

Ramón Castro ahora para a tomar cafecito en auto oficial

Ramón se bajó de un vehículo oficial a tomar café en horas de trabajo.
Ramón se bajó de un vehículo oficial a tomar café en horas de trabajo.

Es notorio el abuso de poder que hacen algunos funcionarios pasándose las leyes y normas de tránsito por donde no les da el sol. Hacen caso omiso, no cumplen con lo que ellos exigen a los demás y no son ejemplos morales para ser funcionarios públicos.

Tal es el caso del Director Municipal de Tránsito, el mecánico Ramón Castro, especialista en alineación y balanceo, quien estaciona su coche donde quiere y cuando quiere, infringiendo la ley en toda ocasión. "Ramón no le erra a una sola ley, las esquiva a todas", decía un vecino que ya no se asombra de las actitudes de Castro.

En una oportunidad se bajó de un vehículo que presta servicios al área de Inspección y se fue derechito a tomar un café a un conocido bar-restaurante de la calle Iribarne, donde Ramón es habitué. Sin ponerse colorado, paró la Toyota dominio GHM 853, descansó unos minutos y siguió de recorrida.

Parece ser que para poder integrar el gabinete municipal del intendente Claudio Rossi, primero hay que saber estacionar mal, en cualquier lado y en la hora que sea. Así lo viene demostrando el Director de Tránsito en reiteradas oportunidades y en distintos puntos de la ciudad.

Lo mismo habíamos advertido con el ex Jefe de Personal y "Tiracheques sin fondos", Guillermo Lionetti, quien hacía mandados en horas de trabajo y estacionaba en doble fila en pleno centro, con el tráfico convulsionado. Ahora lo van a auditar por desprolijidades en el Hospital. Es lo que tiene en común varios de los funcionarios municipales, sean radicales o del PRO.

En esta oportunidad se lo vio en infracción a Tersilio Cattáneo, quien no se sabe qué tarea cumple pero sí que es funcionario municipal y nos cuesta más de 43 mil pesos por mes. El susodicho se lo encontró estacionado con su camioneta particular en la esquina de Avenida 25 de Mayo y Julio Iribarne, en pleno centro, igualito que Ramón.

Cattáneo, que en ocasiones transporta escaleras y otras herramientas es, en funciones uno de los encargados de mantenimiento, a veces de tránsito y otras veces tiene tareas asignadas en el Corralón, desde donde sale y entra a cada rato.

Lo lamentable, además de estacionar en cualquier lado, es que parece un "che pibe" de los mandados pero que cuesta bastante caro a las arcas municipales. Seguramente, es nuestra intuición, para ser funcionario de Rossi primero hay que estacionar en cualquier lugar y evadir toda norma de tránsito existente. Castro, Lionetti, Cattáneo, ¿quién sigue?

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