Por Omar Meraglia, corresponsal de Rojas Ciudad en Junín
Le atribuyen a Miguel de Unamuno la frase “tu desconfianza me inquieta y tu silencio me ofende”, sin embargo, si todo en la gestión comunal transcurriera por carriles normales, no haría faltar citar a nadie, ni hacerse cargo de nadie.
Una sola vez hablé con la señora Nora Meres, encargada de la prensa municipal de Junín y fue para pedirle una entrevista con el intendente Pablo Petrecca. Nunca más tuve una respuesta de su parte, por lo que debo entender que la petición fue rechazada.
La semana pasada llamé a la señora Meres para consultarla por qué las autoridades municipales todavía no habían respondido al pedido de informe solicitado por los concejales de la oposición pero votado por unanimidad, respecto a la potabilidad del agua que bebemos todos. Incluso la señora Meres. Sin embargo no atendió mi llamada.
Esta semana llamé dos veces a la señora Meres para consultarle acerca de cuál era la comunicación oficial del municipio en la prohibición de la llegada del camión de la red de Precios Justos. En ninguna de las dos oportunidades atendió mi llamada.
En tiempos de tecnología y necesaria capacitación, quiero suponer que la señora Meres, luego de nuestra primera comunicación y sabiendo que soy periodista y escribo en un medio de Junín, debió haber agendado mi teléfono. Al menos yo hice así con el suyo.
Me interesa lo que hago, sea por un salario o como una simple colaboración. Sea uno u otro caso, lo hago con profesionalismo y ese compromiso me obliga a pedir lo mismo, máxime cuando se trata de un funcionario.
La señora Nora Meres, según datos que obran en la página de transparencia municipal, posee el legajo 3231 y como tal es empleada comunal con la categoría de directora general. Por dicha tarea, y cumpliendo un régimen de 45 horas semanales (suficiente tiempo para atender un teléfono o devolver una llamada), cobra mensualmente 28.304, 78 pesos.
Por lo que claramente, y tal como lo decía Unamuno, no sólo debiera ofenderme como periodista por el silencio manifiesto, sino además por todos y cada uno de los contribuyentes.
Gracias a ellos la señora Meres cobre su salario mes a mes, aún sin cumplir acabadamente con su tarea que no es más que servir de nexo entre la comuna y la prensa para que la gente se mantenga informada de la gestión, acostumbrada a la adulación y molesta ante la crítica.