LA PLATA, Noviembre 09.-(Por JOSE PICON) En pocos días más -quienes dicen conocer la movida anticipan que no pasará de fin de mes- el gobierno bonaerense tiene previsto anunciar una serie de medidas con las que busca calmar el clima de ansiedad y reclamos que va ganando a los gremios.
De hecho, esta semana retornarán los paros docentes. Y los sectores de estatales más combativos anunciaron nuevas protestas para el miércoles.
La reapertura de las negociaciones paritarias para revisar el acuerdo salarial sellado allá por marzo y el pago de un plus de fin de año con el formato de un bono o aguinaldo extraordinario, son los planteos que motorizan la renovada conflictividad sindical.
El incremento del costo de vida, aseguran en los gremios, viene erosionando fuertemente aquella mejora. Y buena parte de los empleados públicos terminará perdiendo frente a la inflación cuando expire 2014.
En forma reservada, lejos de las reuniones para la foto, ya se habrían producido contactos entre algunos referentes sindicales y funcionarios del Ejecutivo. Y allí habrían surgido los trazos gruesos de la posible oferta que estaría a punto de concretar la administración de Daniel Scioli.
DOS PAGOS Y BLANQUEO
La decisión del gobierno nacional de no abrirle la puerta a un pago extraordinario de fin de año arrastra a la Provincia a una decisión similar, más allá de las dificultades financieras que, se admite, tendría para atender un desembolso salarial adicional para un diciembre en el que tendrá que hacer frente a la segunda parte del aguinaldo.
El gobierno de Scioli ha seguido esos lineamiento en diversas decisiones que involucran a los ingresos de los trabajadores como asignaciones familiares, Ganancias o pautas de negociaciones salariales cercanas a los porcentajes que se terminaron disponiendo para la paritaria nacional docente.
Por eso, el paliativo frente a la presión sindical pasaría por otro lado: acelerar la negociación paritaria de 2015 y pagar un adelanto -un monto a cuenta- de lo que se termine pactando hacia fines de febrero o principios de marzo.
Esos refuerzos se abonarían con los sueldos de enero y febrero, según se comenta en fuentes oficiales y sindicales. Aún no trascendió en qué forma y en cuántas etapas podría concretarse, pero habría alguna intención en el Ejecutivo de avanzar en dirección a incorporar al sueldo básico algunas sumas no remunerativas, tal como exigieron los gremios docentes en la última reunión formal con el Ejecutivo, previa a que se pusiera fecha a los paros.
En algunos provincias y en diversos municipios, se optó por pagos adicionales de fin de año en busca de aplacar los planteos salariales que venían cobrando temperatura. Scioli, en cambio, optaría por el camino del adelanto de la paritaria y los pagos a cuenta, pero desde enero.
CARTAS ESCONDIDAS
Casi a la par de estas decisiones transcurre en la Legislatura la discusión del Presupuesto 2015 y la ley Impositiva. El desfile de los ministros terminó y ahora se inicia la rosca para tantear si hay chances de llegar a consensos, fundamentalmente entre el oficialismo y el Frente Renovador.
Funcionarios y legisladores del sciolismo se vienen mostrando inquietos desde hace algunos días. Dicen, a partir de la decisión del massismo de no dar señales concretas en relación a si aprobarán a Scioli la autorización para endeudarse.
El Frente Renovador tiene el número suficiente para desanudar esa madeja: es el bloque que garantiza la mayoría necesaria para que hay permiso para que la Provincia salga a buscar financiamiento.
Algunas condiciones trascendieron: que la autorización no sea de 31 mil millones sino de 20 mil y que se elimine la amenaza oficial de introducir un artículo en el Presupuesto para prohibir el cobro que vienen ejecutando distritos massistas, de la tasa a los Combustibles.
Sin embargo, en fuentes parlamentarias se dice que no serían las únicas: se habla de un supuesto pedido para que la Provincia emita una Letra -no se conoce aún el monto- para que esos fondos sean destinados íntegramente a financiar obras de los municipios.
La idea del massismo sería que sus intendentes no queden a merced de la voluntad del Ejecutivo bonaerense, en medio del año electoral, para conseguir fondos destinados a inversión pública.
INQUIETUDES RENOVADAS
En el Frente para la Victoria, mientras tanto, sigue en aumento la incertidumbre de los intendentes bonaerenses por el diseño electoral del oficialismo. Las temidas listas colectoras volvieron a estar en todas las conversaciones, luego de que trascendiera que algunos candidatos ultra K decidieran postergar algunos lanzamientos por sugerencias, dicen, de la Casa Rosada.
Los alcaldes temen que se habiliten estas listas paralelas, tal como ocurrió el año pasado, que pondrían a más de uno en apuros ante la inevitable división del voto oficialista. Tampoco hay certezas de cómo funcionará la ingeniería electoral en el caso de que finalmente haya competencia en el FpV por la candidatura presidencial.
En la Provincia ya algún peso pesado del Conurbano planteó la idea de ir “todos con todos”, es decir, que los intendentes puedan estar adheridos a las listas de cada uno de los presidenciables.
Dicen que el sciolismo se enteró y puso el grito en el cielo: para el Gobernador este esquema implicaría un compromiso mucho más laxo de los alcaldes con su candidatura. El macrismo retomará su juego de seducción sobre intendentes de Unen Mientras tanto, el macrismo parece decidido a retomar su juego de seducción sobre dirigentes bonaerenses de Unen.
Dicen que el propio Mauricio Macri se pondrá al frente de esas negociaciones que busca adornar con la forma de “acuerdos institucionales” entre el gobierno porteño y algunos intendentes. La primera escala será en Dolores, donde llegará en los próximos días para estampar la rúbrica junto al jefe comunal de la Coalición Cívica, Camilo Etchevarren.
No será el único intendente que exhibirá gestos de acercamiento al candidato presidencial del PRO: se comenta que cerca de esa comuna, hay al menos dos jefes comunales del radicalismo que están dispuestos a firmar y sacarse la foto con Macri.(Fuente: EL DIA)