Otra vez las redes sociales vuelven a colocar esta situación en la opinión pública.
Este miércoles 30 de mayo se denunciaron nuevos damnificados por heridas producidas por las mordeduras de estos perros sueltos en las calles.
No hay mucho más que decir que replicar las publicaciones y seguir insistiendo para que todas las partes involucradas acuerden puntos en común, y logren llevar adelante una planificación que se sostenga en el tiempo, ya que este problema no desaparecerá de un día para el otro.
Y en rigor de analizar nuestra historia, esta cuestión ha atravesado todas las gestiones de gobierno municipal, no escapando la actual a la responsabilidad que han tenido todos. Sin dejar de reconocer que las medidas de las autoridades deben contar con la colaboración y comprensión de los vecinos, sino, ninguna acción estatal resultara útil.
Junto a este tema, otro de los problemas complicados de resolver, son las cuestiones ambientales como el manejo de los residuos y la contaminación; y aquí, quizás la observación que se le puede hacer a la gestión del intendente Claudio Rossi, sea que le ha encargado a la misma persona la responsabilidad de las dos áreas, la de zoonosis y medio ambiente, excediendo tal vez, de manera lógica, la intensidad que pueda concentrar en cada una de ellas, el profesional a cargo, el médico veterinario Sergio Di Prinzio, cuyas capacidades profesionales y personales no se ponen en duda.
No obstante ello, es auspicioso el actual programa de castración y vacunación que está desarrollando el Municipio, con la cabina móvil de zoonosis, recorriendo los distintos barrios de la ciudad, desde principios del mes de abril. Esta semana se encuentra en la zona de Barrio España, sobre el Boulevard Moreno.
También han sido rescatables las intervenciones de la delegación local de la Defensoría del Pueblo, a cargo de Ramiro Baguear, junto a las acciones que desde siempre, llevan a cabo las organizaciones protectoras de animales.
Para terminar, respetando el dolor de todas las víctimas, sus familiares y amigos, debemos tener conciencia, nosotros los seres humanos, que en primera instancia es nuestra absoluta responsabilidad el cuidado y tenencia de nuestras mascotas; y depende de ello que generemos o no trastornos a los demás, y obliguemos al Estado a ocuparse de lo que debíamos haber hecho nosotros.
Creemos que concientización y respeto por nuestros vecinos son las palabras que nos caben a todos, ciudadanos y gobiernos, sin hipocresía, porque está en juego la salud de la población.