Muertes en la docencia

Movilización de maestros y auxiliares rojenses por la emergencia edilicia y educativa

Dolor e impotencia.
Dolor e impotencia.

Silencio de las autoridades educativas del distrito.

Este viernes 3 de agosto se llevaron a cabo las medidas dispuestas con motivo de las muertes de la vicedirectora y el auxiliar de cocina de una escuela pública en la localidad bonaerense de Moreno.

El paro de actividades tuvo en nuestra ciudad un acatamiento mayor que en las anteriores ocasiones, pero igualmente, debemos decir que no alcanzó la contundencia que la situación requería en esta oportunidad de tanta gravedad.

Y como estaba previsto, a las 10 horas se llevó a cabo una concentración en la Plaza San Martín, lugar del cual los docentes convocados, partieron hacia las sedes de la Secretaría de Asuntos Docentes y del Consejo Escolar, donde colocaron cartelería alusiva a los reclamos por mejoras en la infraestructura edilicia que fueron potenciados por la tragedia de Moreno.

Para ahondar el dolor y la impotencia reinante, ninguna autoridad y/o representante de estas instituciones tuvo el gesto de salir de sus oficinas y recibir personalmente el petitorio de los maestros. Esto no tenía otro significado, a nuestro entender que, más allá de sus responsabilidades como funcionarios públicos en este distrito, pudieran expresarles a sus colegas el acompañamiento en estos momentos de angustia.

Lamentablemente estas actuales consejeras parecerían olvidar que viven en Rojas, al igual que sus colegas docentes que estaban peticionando; repetimos, era simplemente tener una expresión de pesar y acompañamiento, un gesto de humanidad y no de “obediencia debida”.

Cabe consignar, hablando de autoridades, que los únicos representantes del pueblo que  estuvieron presentes durante la movilización, fueron los concejales de Unidad Ciudadana, Sandra Sartelli y Ricardo Rivolta.

En un próximo informe abordaremos con mayor profundidad la gravedad de la situación que fue expuesta en las declaraciones de las Secretarias del CER (que adhiere a la FEB) y del SUTEBA, Marta Seta y Milagros Iraeta, respectivamente.

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