Luego de unas merecidas y cortas vacaciones en la isla caribeña de Santo Domingo, capital de la Republica Dominicana, el intendente Claudio Rossi deberá tomar decisiones en temas realmente, de difícil resolución.

El primero de ellos, lo constituye el desalojo de la familia que construyó su casa en terrenos que pertenecerían a los propietarios del terreno de la denominada “15 vieja”, que fue postergado diez días, hábilmente por su reemplazante interino el concejal Diego Pérez que gestionó este retraso ante el Juzgado interviniente.

El segundo es la inesperada crisis en la Secretaria Vial, con fuertes cuestionamientos de gran cantidad de productores agropecuarios, con la representación de los residentes en Carabelas a la cabeza y, los rumores sobre la renuncia del secretario del área, Alfredo Della Savia.

Y en el plano político, deberá calmar los ánimos demasiados eufóricos de algunos de sus funcionarios por el resultado electoral que los ha llevado a realizar declaraciones públicas, calificando el triunfo como histórico, manejándose con cierta falta de respeto a reconocidas figuras partidarias del radicalismo que, el intendente sabe que si se deciden a participar activamente en la interna local, serán sus más duros escollos para aspirar a la reelección en el 2019. Lucha de viejos zorros, donde no tendría todas las de ganar.

Así que el relax de las playas caribeñas con Miguel Núñez de compañero de viaje, será efímero.