En medio de las discusiones que se plantean en el panorama nacional entre los productores del campo y el gobierno de Alberto Fernández y Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires, el diputado de Juntos por el Cambio, Luciano Bugallo Di Prinzio, explicó que actualmente “el que tiene capacidad de generar trabajo es el privado, el Estado no genera tanto”.

En diálogo con NOVA, Bugallo partió desde esa base para explicar el conflicto que hay entre ambas partes donde “son diferencias de criterio y hay un tire y afloje. Hay cuestiones ideológicas y políticas de por medio. El campo por un lado plantea que lo dejen producir y el Estado con la necesidad de recaudar”.

Por ello, “lo que tenés que generar es incentivo para que esa gente se relocalice en otros distritos”, explicó el diputado quien afirmó que “hoy hay canales de diálogo, lamentablemente hay sectores del gobierno que agreden en prejuicios a los sectores productivos, eso caliente las bases. El productor no quiere hacer piquetes, cortar las rutas, ni nada, quiere ganar plata como cualquiera”.

Claro está que entre medio de las negociaciones se encuentra un país en vilo donde se espera un avance productivo en la economía, desde esa base de construcción el diputado de Juntos por el Cambio le resaltó a NOVA que “el Estado tiene una visión errónea donde cree que aumentando un impuesto es de la manera que más se recauda pero ya sabemos que en el mediano y corto plazo esa recaudación disminuye por la baja de inversión y producción”.

Durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner “el campo entregó 105 millones de toneladas de grano. Mientras que con Mauricio Macri se llegó a entregar 147 millones de toneladas”.

A esto, agregó que es “un millón cuatrocientos mil viajes más en camiones, eso significa combustible, talleres mecánicos, hoteles, comedores en la ruta, gomerías, servicios, más la descarga y carga de ese cereal, más la recaudación de lo que le ingresa al Estado”.

Por último, con un voto de confianza a la resolución positiva del tema, Bugallo dijo: “El campo pide incentivos que te generen ganas de invertir y producir más y de esa manera recaudar más. El productor no es avaro, egoísta, sino que es un empresario a cielo abierto, con riesgos políticos, por ejemplo, con los aumentos antes o después de cosechar. Para que no quede solo en diálogo, hay que trabajar sobre dos ideas y tratar de que quede una”.