La historia sin fin de la culminación de este barrio comenzó en el año 1989.
Se encuentran emplazadas sobre Diego Trillo, en Barrio Unión, detrás de las instalaciones del Club Atlético Argentino.
Aún restan finalizar unas 22 que están edificadas parcialmente y falta concluir las 12 que se están construyendo desde que esta gestión municipal logro reactivar la operatoria en el año 2016.
Estas últimas viviendas presentan un estado preocupante, puesto que ya registran un alto grado de avance y lucen abandonadas, con el peligro de que sufran algún hecho de vandalismo, mas allá de la vigilancia que realiza un sereno.
El intendente municipal en la charla del sábado 12 de mayo con la prensa local, manifestó su preocupación en este tema habitacional, ya que disponen en el presupuesto provincial de una partida asignada para unas 100 casas, pero el gran obstáculo lo constituye la falta de tierras disponibles.
Hasta el presente han concretado la adquisición de una parcela de una manzana y media aproximadamente en Barrio Progreso, y están en continua búsqueda de nuevas oportunidades, que, si bien requerirán de un esfuerzo extra de las arcas municipales, es imperioso para aprovechar el financiamiento provincial y paliar este déficit social de viviendas.
En el tema específico de Covendiar II, el mandatario municipal ya se había referido en su discurso inaugural de apertura de las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante, afirmando que antes que finalice este año 2018, estaría concluido en su totalidad.
Esta historia constituye un cruel ejemplo de la desidia del Estado, dejando sueños truncos de familias enteras que, el fatídico paso del tiempo no recupera nunca más.