Análisis

La inseguridad

Por Nicolás Ferrioli (*), especial para RojasCiudad.net.
Por Nicolás Ferrioli (*), especial para RojasCiudad.net.

El diccionario de la Real Academia Española (RAE) define a la inseguridad como la falta de seguridad. Este concepto, que deriva del latín securĭtas, hace referencia a aquello que está exento de peligro, daño o riesgo, o que es cierto, firme e indubitable.

Por lo tanto, la inseguridad implica la existencia de un peligro o de un riesgo (por ejemplo, “en este barrio hay mucha inseguridad, ya me asaltaron tres veces”), o refleja una cierta duda sobre un asunto determinado (“Trabajar con esta máquina me da inseguridad, no se cómo funciona”). Así como existen distintos tipos de seguridad (seguridad alimentaria, seguridad jurídica, etc.), el término inseguridad puede tener diversos usos. Uno de ellos es el aplicado a la seguridad cotidiana o ciudadana, que refiere a la posibilidad de sufrir un delito en la vía pública.

Ahora, la inseguridad puede venir por distintos motivos: ya sea por el desempleo, distintas crisis o por gente que se dedique a esto, a robar por robar.

Obviamente, que el gobierno de turno son los responsables de esto; pero a su vez, nosotros como ciudadanos tenemos un rol dentro del Estado que no cumplimos, por eso somos tan responsables como los gobernantes. Aunque creamos que sí lo cumplimos, como por ejemplo, pedir la denominada “mano dura” o exigir “más policías en la calle”, no es la solución a este problema. Nunca se exige encarcelar a aquellos que hacen grandes robos, sino todo lo contrario; se pide encarcelar a los que roban un par de zapatillas o 10 pesos porque no tienen sus necesidades básicas satisfechas.

Ahora me yo me pregunto, ¿Cómo no va a ver más inseguridad cuándo hay gente que cada vez tiene menos poder económico y  generalmente no tiene una salida? ¿Cómo no va a ver más inseguridad cuando hay padres de familia que llegan a la casa y no tienen para darle de comer a sus hijos? ¿Cómo no va a ver más inseguridad si hay gente que muere por desnutrición en un país qué produce para alimentar a más de 100 millones de personas? ¿Cómo no va a ver inseguridad si la salud está destinada solo para unos pocos?

Entonces, desde otro punto de vista, tomemos a la violencia causada por la inseguridad como una definición física; si le pegas a una pared, la mano no te va a doler por la dureza o rigidez de la pared, sino porque la pared ejerce la misma violencia contra la mano. Traducido a términos más cotidianos, la inseguridad es producto de que el estado nunca generó políticas inclusivas (generando nuevos empleos bien remunerados, planes de salud, planes de viviendas dignas y bien redistribuidos, redistribuir bien las riquezas, beneficiar a las mayorías y no a las minorías, etc.) para aquellos que “están afuera del sistema” puedan reinsertarse a la sociedad y tener un buen porvenir para sus siguientes generaciones.

Por otro lado, hoy la sociedad se hace eco de famosos o grupos de prensa que encolumnados detrás de buscar mayores ventas y "ratings" explotando el tema de la inseguridad. Las principales cadenas de televisión privada desataron una ola de sensacionalismo amarillo a la vez que un discurso de derecha contra todo principio de derechos humanos, que tiene como principal objetivo darle cierta presencia a las fuerzas políticas conservadoras, nostálgicas de la pasada dictadura militar y de su consecuencia estratégica, el fundamentalismo neoliberal de la década del ´90.

Un ejemplo claro fue en un programa de TN en él cual llamaron a un médico de una guardia de un hospital; en esa “entrevista”, el médico respondió que había casi el triple de ingresos a la guardia por causa de la inseguridad en los 90 que en esta última década, ante la insistencia del periodista de querer llevar la respuesta para el lado de la conveniencia del grupo de prensa.

Un segundo ejemplo es la sucesiva repetición por las distintas cadenas televisivas de un mismo crimen (causado por la inseguridad), ya que esto, aunque no nos demos cuenta, termina haciéndonos creer que hubieron 20 crímenes durante el día cuando realidad hubo uno.

Un tercer ejemplo, que es poner en evidencia lo peor que hacen los medios, ocurrió en el programa “Policías en Acción” en cual detuvieron a un joven por robar un par de zapatillas y le preguntaron por qué cometió ese delito; el chico respondió que robo las zapatillas porque la madre ya no lo podía mantener ya que en su casa no tenían más plata.

Entonces, ¿Cómo vamos a pedir que encarcelen a un pibe de 14 años, cuándo durante esos años de vida tanto el Estado como nosotros, la sociedad (que también pertenece al Estado), no le brindó una contención social, un plato de comida, una vivienda digna, salud?

Entonces, replanteando nuestro rol como sociedad y también las de los medios de comunicación no es pedir “mano dura” o exigir “más policías en la calle”, sino exigir terminar con el neoliberalismo heredado de los 90 que todavía sigue generando tanta diferencia de clases, exclusión y marginalidad. Creo que esto es una de las metas que tenemos que fijar como sociedad en este siglo que recién empieza.

 

 (*) Integrante de la Juventud Socialista de Rojas

Centro Socialista de Rojas

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