El déficit habitacional provoca tensiones entre vecinos, con la ausencia del Estado y la presencia de prácticas políticas oportunistas.
Lo que parece ser el resumen de un guion cinematográfico, resulta ser la postal de una porción de la actual realidad.
Por estas horas, circula por las redes sociales una controversia entre el político Ricardo Bini y la familia propietaria de una casa usurpada.
Nos referíamos más arriba a prácticas oportunistas, ya que los hechos nos marcan que serían sólo eso, mientras se intenta demostrar una forzada empatía con quien no tiene acceso al techo propio.
Quien asume responsabilidades al postularse a cargos públicos debería saber que eso implica proponer y proyectar alternativas que busquen dar soluciones de fondo a las diversas carencias que viven numerosos sectores de nuestra comunidad, de lo contrario se practica una demagogia que cuando se tiene la posibilidad de acceder a una gestión de gobierno, culmina en una gran decepción y estafa a las ilusiones de quien le confió su voto. No basta solo con tener buenas intenciones.
En el caso que trasciende, ya se deberían estar ocupando las áreas del gobierno municipal que correspondan para brindar al menos contención, mientras se trabaja en la búsqueda de una solución más digna. Esa es la ausencia primera del Estado a la que nos referíamos.
Y en cuanto a la familia propietaria de la casa, todos en Rojas sabemos (al menos los que tengan de 40 años en adelante) que clase de persona era el señor Abraham, como bien lo describe su hija, trabajador y honesto, como varios hombres (nuestros padres-abuelos) que trabajaban en lo suyo de sol a sol con el principal objetivo de asegurar el bienestar de su familia.
Hoy en día hay que reconocer que las condiciones no son las mismas para quien tiene la posibilidad de tener un trabajo y aunque se esfuerce ya no puede ahorrar como lo hacían nuestros antecesores, por la continua depreciación de nuestro dinero; pero en este caso, como en tantos otros, los derechos de uno terminan donde comienzan los del otro.
Mientras tanto estamos atrapados en una lógica perversa, donde las víctimas son empujadas a enfrentarse para satisfacer las ansias de poder de una dirigencia política que no asume responsabilidades.
La foto que acompañamos corresponde al predio de Azara y Pellegrini en Barrio Progreso, donde el Estado iba a construir viviendas.
Completamos con la publicación que difunde por las redes sociales la propietaria de la vivienda en cuestión:
“Perla V. Abraham – Rojas 16 de diciembre de 2019 -Ricky Bini, a mí no me escuchaste, soy la dueña de esa casa que está detrás tuyo...que pena me das ...si queres obtener réditos políticos ese no es el camino ideal, estás avalando delincuentes. Esa casa tiene los impuestos al día, no estaba abandonada y se compró con plata de trabajo genuino, sin descanso, sin feriados...la compro mi Señor Padre, Ismael Abraham, hombre honesto y trabajador como pocos y si no pregunta quién es. Yo también soy trabajadora, me levanto todos los días a las 6 de la mañana...mi esposo quedó sin trabajo y sin embargo empezó a trabajar por su cuenta. No pedimos nada a nadie y tengo que bancarme notas como estas...con una mujer que no solo usurpó mi casa, que es herencia de mi hijo, también me insultó, me amenazó, me hizo burla.
Si tenés ganas de hacer caridad hacela con tu plata. Con tu trabajo..yo también ayudo...pero no lo público.
Si te interesa tanto el tema acercate a mi casa te cuento BIEN COMO SON LAS COSAS...y si te interesa la comprás y después hace lo que quieras...te espero”.