En medio de una escalada de tensión con el gobierno de María Eugenia Vidal, que ha desestimado cualquier posibilidad de revertir las modificaciones al sistema jubilatorio de los empleados del Banco Provincia, y ante la insistencia del Ejecutivo bonaerense de calificar a los jubilados de la banca pública como “privilegiados”, sumado a las dos jornadas de paro nacional convocados para este lunes y martes en rechazo al aumento del 9 por ciento ofrecido por los bancos, la Asociación Bancaria comenzó una campaña de difusión con datos sobre “los verdaderos privilegiados” del Banco Provincia, en la que se dieron a conocer las contrataciones directas del organismo por sumas millonarias, entre ellas las que reguardan al exintendente de Junín, Mario Andrés Meoni, quien asumió su cargo en la entidad el 1 de enero de 2016 luego de perder las elecciones en 2015, según reveló SEMANARIO de Junín.
Los a$e$ore$ de Mario
Apenas despojado de su despacho en el palacio de calle Rivadavia, Mario Andrés Meoni se tomó apenas unos días de descanso, la última quincena de diciembre de 2015, cuando le entregó el mando al nuevo elegido por la gente, Pablo Alexis Petrecca.
Pero a raíz de “transas” anteriores, ya tenía su nuevo destino: desde el 1 de enero de 2016, Meoni asumió como director del Banco Provincia. Y según dicen las cuentas bancarias, le va mucho mejor económicamente. Oficialmente, en marzo de 2017 tenía un ingreso mensual de 210.110 pesos, un sueldo bastante más jugoso que los 85.000 pesos cobrados el último mes al frente del Ejecutivo local.
No obstante, se sabe que el ex jefe comunal añora su sillón municipal: no sólo la ‘caja’ a repartir es mucho más generosa, sino que también significa una exposición pública y un poder que lo seduce. Pero con su humilde trabajo de director del BAPRO, Mario Meoni mató varios pájaros de un tiro: se aseguró un nuevo sueldo de la política, como tiene desde los 18 años; se alejó de los dolores de cabeza que suele significar estar al frente de un municipio y se posicionó nuevamente en un puesto de poder, capaz de proveer repartos de favores y enroques políticos. Digamos que sigue en escena, aunque no tan expuesto, mientras controla y ordena a sus pollos juninenses para que vayan encarrilando las cosas para retomar la ciudad, aprovechando –claro está- los descalabros de la gestión Cambiemos.
Porque, obviamente, este acercamiento constante a los grupos de poder político hace que Meoni sea casi inmune a las generales de la ley, y a pesar de las variadas denuncias e investigaciones judiciales iniciadas, su figura es casi igual a la de CFK: es posible que nunca sean condenados por nada.
Mientras tanto, acomodó a sus amigos más cercanos que se quedaron sin trabajo cuando tuvieron que renunciar a la Municipalidad, y se los llevó como asesores vip al Bapro. Ese cargo inventado que no tiene como contrapartida un trabajo concreto, pero representa una excelente remuneración, muchísimo más alta que la de cualquier trabajador común. Veamos:
Entre los contratos con cifras escandalosas se encuentran los del licenciado en Economía Leandro Mariam, dirigente massista y ex candidato a Intendente de Ramallo en 2011, que percibe 1.116.000 pesos por año, es decir unos 93.000 por mes; la contadora María Belén Dolagaray, ex Secretaria de Hacienda y Finanzas en el último tramo de la gestión Meoni, que embolsa 660.000 pesos (55.000 mensuales); y Carlos Albaqui, exdirector gubernamental del Instituto de Previsión Social de la Provincia de Buenos Aires, y exdirector de Gas Junín (otro ex de la era MM,) con una contratación de 540.000 pesos (45.000 pesos mensuales).
De acuerdo al gremio, el Estado bonaerense también le paga para que asesore a Meoni a otra figura estelar del mundillo político local: Santiago Aguiar. El ex concejal K, hoy ferviente renovador (mañana no se sabe) se mete en los bolsillos 32.000 por mes (384.000 anuales). El año pasado, tras una denuncia de Semanario, el licenciado en Economía fue intimado por el Tribunal de Cuentas a devolver al Municipio alrededor de 100.000 pesos, por incompatibilidad de cargos públicos, como concejal y como asesor de su jefe político Meoni en el Bapro.
Un poco más abajo en la escala de favorecidos se encuentran Maximiliano Berenstein, ex concejal y presidente del Frente Renovador de Junín, quien cobra 30.000 pesos al mes, mismo sueldo que el monje negro Javier Gabrielli, mano de derecha de Meoni, ex secretario General de su gobierno, actual administrador del portal de noticias JunínYa, y procesado por la Justicia, junto a Vicente Griselli, por desviar fondos del Grupo Junín para la campaña política meonista de 2015.
Un peldaño inferior, pero también en el equipo de asesores, se encuentra el abogado Víctor Rivera, extitular de la Secretaría Legal y Técnica municipal, quien recibe 29.000 pesos mensuales.
Por último, Vicente “Pollo” Griselli, docente de la Unnoba y ex gerente de Grupo Junín acusado de haber destinado dinero público a la campaña electoral 2015, cobra del estado bonaerense 24.000 pesos.
En conclusión, el Estado provincial gasta 4.056.000 de pesos por año (338.000 mensuales) para mantener a los 8 “asesores vip” de Mario Andrés Meoni, aunque la cifra se podría multiplicar varias veces, si como afirman desde La Bancaria la cantidad de contratados para tareas de asesoramiento se cuenta de a centenares.