Es radical de cuna. Tanto que sus padres le pusieron Crisólogo como segundo nombre, en homenaje a Larralde, un gran y recordado dirigente radical. Fernando Montenegro es el delegado de la localidad de Agustina y siempre estuvo al lado de Mario Meoni, con el que dio los primeros pasos como dirigente y en cuyo espacio sigue permaneciendo.

Esta afiliación política le trajo enfrentamientos con el poder de turno, a punto tal que un grupo de vecinos intentó juntar firmas para pedirle que deje su cargo antes de tiempo.

Pero Montenegro promete pelea y planea quedarse en el lugar que la gente le confió hasta fin de año, y deja al descubierto graves “falencias” del gobierno municipal actual, que lo deja de lado por razones políticas partidarias, olvidándose que hay todo un pueblo con necesidades para ser atendido.

Una larga charla con el delegado de Agustina, que cuenta historias pasadas y el momento que vive, en un mano a mano imperdible con el Semanario de Junín.

—¿Cuántos períodos lleva como delegado de Agustina?

—Ahora estoy cumpliendo el tercer mandato, terminaría en diciembre. Creo que sería un mensaje para la gente no seguir, algunos me han dicho que sería importante que descansara un poco porque siempre hay tiempo para volver. Pero a quien le ha costado llegar a un lugar, no como un político que se queda por la billetera o beneficio propio, quiera seguir consiguiendo cosas para y por la gente.

—¿Cómo están los vecinos?

—El problema más grande que tienen, más allá del bolsillo, es que no son escuchados, con una soberbia muy grande en todos los niveles de gobierno, después de bastardear la palabra diálogo. En mi caso, soy parte de la gestión, más allá de tener otro pensamiento político, pero hace más de un año el intendente me tiene hasta bloqueado en Twitter.

Creo que el gobierno va a salir a decir algo respecto a lo que hicieron por ejemplo en seguridad, un área en la que en Junín perdieron el rumbo.

Si a mí me hubiese defraudado Meoni me hubiese ido. Hoy veo que hay muchos candidatos y si Massa, por ejemplo, tuviera una mínima causa, por ahí lo hubiesen atacado. Creo que la gente debe probar con otra cosa, esa franja del medio que no quiere a Macri ni a Cristina.

—En 2015 ganó Petrecca y usted quedó en Agustina. ¿Cuándo fue el quiebre?

—El mejor video de Pablo Petrecca es el que hizo conmigo, caminando por el pueblo, mostrando las condiciones. Sabía que querían llevarme con ellos, pero estuvimos así muchos tiempo con funcionarios que de entrada empezaron a ningunearme.

Los primeros tiempos fui luchando con las injusticias, pero acompañando el trabajo y el período de transición entre la salida de un intendente y la llegada de uno nuevo. Hasta le di consejos a algunos funcionarios, algo que en política no se utiliza, pero sin pasarme de partido político.

Después de ese video, el intendente termina diciendo que había encontrado a Agustina muy linda y llegamos al momento de descontento con el arreglo de calles, cuando Néstor Traverso salió a decir que el pueblo estaba desastroso y habían pasado apenas cinco meses entre las dos declaraciones.

Así fuimos transcurriendo, pasando datos de gente que necesitaba arreglo de caminos… pero no hacían nada de lo que pedía por un vecino.

El quiebre en la relación se produjo cuando una vecina no podía entrar ni salir de su casa, y a pesar de reclamos por más de un mes, no hubo solución. Sentí que el intendente se me estaba riendo en la cara. Tuve que ir yo a comprar tres camiones de tierra, me regalaron otro, y el camino no se rompió nunca más.

Creo que Petrecca ha dejado hacer y deshacer a muchos funcionarios que tienen cero en política y lo llevaron al estado actual, en el que hay un grado muy importante de soberbia. No atiende a nadie en la Municipalidad; lo que en un momento le reprocharon a Meoni.

—¿Cómo es su relación con Esteban Bullrich?

—Hay cierta estima entre los dos, siempre me dice que me tuvo en cuenta y quiso que fuera parte de su equipo. Pero eso fue antes que Petrecca llegara a la intendencia. Sigo considerando que es buena persona pero no eligió el mejor acompañamiento.

—¿Qué fue lo que más le molestó para hacer público el descontento?

—Creo que a la gente no hay que llenarla con problemas del día a día, pero han dado órdenes por encima de mí a un empleado que pusieron, cuando esa es mi tarea. Con ese proceder y toda la actual gestión, creo que es algo institucional, saquen los jefes y dejen los empleados solos.

Lo que me dolió fue que Esteban Bullrich se haya hecho eco de personas que no son muy bien vistas, y cuando le preguntaron por nuestra relación, dijo que hacía tiempo que no teníamos contacto, y que yo no estaba mucho en el pueblo.

Hay una anécdota. Después del spot de campaña que hizo con el carnicero en 2017, a ese comercio no entró nadie más, algo que pasa solamente en películas. Esteban no es muy querido, porque no se insertó. En un tiempo iba a la delegación y muchos me pasaron factura por eso, pero siempre lo defendí, aunque no me gustaría que vuelva a hacer esas cosas de reunirse con cuatro o cinco y hacer esas declaraciones.

—¿Quiénes son los que hacen lobby para que usted sea separado?

—Acá tenemos a un ex delegado como Tudisco que nunca soportó irse, que junta algunas personas del pueblo que son siempre las mismas, nunca bien vistos que jamás hicieron nada por el pueblo y recogen firmas. Quisieron mandar a un empleado al que hizo entrar Belligni, hace dos años, y yo voy a pedir la categoría que tiene. Yo cobro alrededor de 30 mil pesos con muchos años de antigüedad.

Siguen mostrando incapacidad, no se puede hacer movimientos antidemocráticos a seis meses de las elecciones.

Yo siempre los noté lejos de la gente, si los hubiese visto hacer lo correcto, estaría siendo parte de Cambiemos. Y no es lo mismo ser oposición estando adentro, a pesar que en todo momento traté de ser cauto en mis movimientos y declaraciones.

—Están juntando firmas para echarlo ¿Qué dice la Ley Orgánica de las Municipalidades sobre los delegados?

—En la última charla que tuvo Bullrich con Mendizábal, Tudisco y otras dos personas del pueblo, dijo que el intendente puede sacarme. Esto es verdad, porque modifica el decreto y listo, pero no sería algo democrático. Lo correcto sería finalizar el mandato de cuatro años.

—¿Cómo recibe Agustina a Petrecca?

—Siempre le he pedido a la gente, de hecho fue a la fiesta, y tiene la particularidad de acercarse él, cuando a Mario lo rodeaban y era uno más. Lo que se ve es que vive produciéndose con fotos y videos. El otro día buscó un sector que conoce que lo iba a recibir bien. No le van a hacer nada, creo que el castigo más grande será en las urnas.

—En vísperas de las elecciones, ¿va a volver a presentarse?

—No sé qué lugar voy a ocupar en el futuro, porque soy de la idea de no pensar en eso, pero en serio y no como dicen todos los otros. Con las cosas que pasan, solo debo estar fijándome que no me pasen por arriba. Hoy la intención es terminar de mejor manera el mandato.

Lo que se está trabajando en nuestro grupo del Frente Renovador es con gente de muchos otros partidos, que vemos la preocupación tan grande de la gente y nuestra impotencia por no poder ayudar a cada uno.

En esta gestión, yo estuve en actos importantes por protocolo. Pero cuando hacía gacetillas yo estaba a cinco metros y sólo figuraban él y Bullrich; cuando se inauguró la Casita del Saber o la casa de jubilados no me dejó hablar, cuando se inauguró el asfalto o cuando fue a la escuela, no apareció por la delegación… Es el mejor ejemplo del diálogo que tiene este muchacho.