Analizando las adquisiciones de alimentos para la gente más necesitada por esta coyuntura de la pandemia que está realizando el municipio que gobierna Pablo Petrecca -a fin de sondear si se pagan precios superiores a los de la lista que impulsó el Estado nacional- quedó en evidencia que algunos sobreprecios alcanzan el cien por ciento de esas compras hechas por la administración local.

Luego de conocerse el escandaloso hecho sobre los sobreprecios abonados desde el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación en la compra de alimentos en fideos, aceite y otros, que desencadenara el pedido de renuncia a más de 15 funcionarios de esa cartera, el presidente Alberto Fernández tomó la decisión política y administrativa -publicada en el Boletín Oficial- de que no se podrán pagar montos superiores a los Precios Máximos fijados por el Estado en las compras que se realicen en el marco de la emergencia nacional que rige en medio de la pandemia del coronavirus.

En ese contexto y orden se procedió a sondear las compras que está haciendo el municipio de Junín, comandado por Pablo Petrecca, para ver realmente si se pagan precios superiores a los Precios Máximos. Para ello, se examinó el producto comprado con un producto de igual característica alimenticia y de Precios Máximos.

Cabe destacar que el Gobierno local se encuentra autorizado para realizar compras directas, sin licitación, de alimentos para abastecer y repartir a los sectores más necesitados y desamparados en el marco de la emergencia sanitaria derivada del coronavirus.

Según la información publicada en la página web de la Municipalidad, el 4 de abril la comuna realizó una compra para los jardines maternales a la firma Battistin Distribuciones S.R.L., representantes de la conocida firma Arco (Orden de Compra 2033) a un  precio muy por arriba de los máximos vigentes estipulados y de los que pagan los vecinos por primeras marcas en supermercados de la ciudad.

En la Orden de Compra puede verse que la adquisición de "azúcar común, blanca, molida por 1000 gramos en bolsa (1 kilo) a 107,80 pesos por unidad, cuando el azúcar Arcor de igual característica tiene un precio máximo de 52 pesos, al igual que las marcas Dominó (50 pesos por kilo) o Ledesma (56 pesos por kilo), por lo que el Gobierno local paga más del cien por ciento que los Precios Máximos estipulados por el Gobierno nacional.

Lo mismo pasa con la compra de "aceite comestible botella de 900" que el municipio compró a 154,80 pesos la unidad cuando en Precios Máximos y supermercados locales está en 98 pesos (ejemplo Cañuelas, Cocinero o Natura), acá el municipio pagó un 70 por ciento más caro. Así sucede con todas la compras que realiza en una comparación entre importes pagados y los precios máximos que corresponden.

Cabe recordar que los intendentes tienen la facultad de fiscalizar y ser el contralor de los comercios, con el único objetivo de que cumplan con la lista de precios máximos dictaminados por el Gobierno nacional. De no actuar así, las autoridades locales podrán infraccionar a quienes tomen ventaja de la alta demanda de alimentos y artículos de primera necesidad, en medio de la crisis de la pandemia del coronavirus vigente.

Sobre todas las cosas, llama poderosamente la atención que las compras realizadas por el intendente Petrecca, según la Orden Municipal 2033, sean por valores doblemente superiores con respecto a productos similares a los que están en Precios Cuidados y Precios Máximos. Esto deja en evidencia y al descubierto la corrupción aceitada y ya muy conocida desde hace años del mandamás juninense, con varios estamentos del Estado local como la obra pública y la compra de combustibles, por enumerar algunos. Es el modus operandi de Petrecca y su caterva de funcionarios destinados para tal fin: la maldita corruptela.