Una mujer, exempleada municipal, nos relató que siente vergüenza y dolor por el estado actual del Hospital Saturnino Unzué, ya que ella lo conoce muy bien y se desempeñó durante buena parte de su vida en ese centro de salud. Nos pidió que publicáramos sus palabras, a través de las cuales expresa su angustia y la impotencia por no poder hacer algo para revertir esa situación. Por supuesto que la identidad de la denunciante está reservada para su seguridad.
“El HOSPITAL de ROJAS es el mejor de los que abarca la zona Sanitaria Cuarta, es una lástima ver cómo está actualmente, tanto en la parte edilicia como en la atención”y agrega “en estos últimos meses, da vergüenza y lastima verlo”. La mujer, llena de dolor indica que todo esto lo dice con conocimiento de causa ya que “fui varios años empleada del mismo”.
Con respecto a la atención indica que “deja mucho que desear, vas con una urgencia y el médico aparece cuando tiene ganas, si tenés la suerte que haya uno” y sobre las instalaciones comentó que “se rompen y nadie las arregla, uno como rojense que quiere tanto a nuestro HOSPITAL, te dan ganas de llorar, verlo como día a día se deteriora más y más”.
Sobre las autoridades municipales y, sobre todo, las sanitarias expresó “parece que a los directivos, que son los que tienen que ver las falencias, les importa solamente el bolsillo y a fin de mes engrosar sus arcas porque los sueldos de los mismos son altísimos” y añade “por solamente ocupar una silla con un escritorio vacío de papeles”.
Y la mujer finalizó diciendo “desgraciadamente es lo que hay, lo dice una ciudadana rojense, sin partidismo político, sino como una vecina más”. Estas son las sensaciones que sienten ciudadanos de a pie, sin una carga política por detrás, pero con tanta angustia por la dejadez que reina en el principal centro efector de salud del distrito.