Voracidad

En tiempos de coronavirus, los productores rurales siguen cuestionando las retenciones

Santiago del Solar.
Santiago del Solar.

Así lo hace Santiago del Solar un  productor agropecuario que tiene sus explotaciones en nuestro distrito, al ser consultado por el medio periodístico rural “Bichos de Campo” que replicó el sitio “Noticias de Campo”:

Santiago del Solar es un importante productor agropecuario de la zona de Rojas, en la provincia de Buenos Aires. Miembro de los grupos CREA y de la Sociedad Rural, también ha sido un alto funcionario durante el pasado gobierno, cuando acompañó como jefe de Gabinete a Luis Miguel Etchevehere en la cartera de Agricultura durante los años 2018 y 2019.

Desde su lugar de cuarentena en Rojas, le preguntamos a Del Solar su opinión sobre las retenciones, a las que Mauricio Macri solía calificar como  un “mal impuesto”. Recordemos que Cambiemos había prometido un cronograma de reducción de esos derechos de exportación que no pudo cumplir. En septiembre de 2018 debió reimplantar el impuesto para todos los productos y hasta los servicios.

Del Solar apunta que este tributo es sin duda un “invento argentino”, pues “no se ve en ninguna parte del mundo”.

“Por ahí en Rusia aplican permisos de exportación o supo haber impuestos así en lugares como Ucrania. Pero en general, y si tomás a nuestros principales competidores, no aplican impuestos a la exportación. Eso hace que en una carrera de 100 metros arranquemos 33 metros más atrás que ellos”, afirmó. Se refirió metafóricamente así a la alícuota que se le aplica a la soja hoy, y que es del 33 por ciento.

El ex funcionario sumó al impacto de las retenciones el actual diferencial entre distintos tipos de cambio. “Una soja en Uruguay vale 310 dólares (la tonelada) y aquí vale 14 mil pesos ¿Pero cuántos dólares son si el banco no te los da?”, mencionó Del Solar en Bichos de Campo.

Para el productor, “de esta forma, las retenciones terminan generando una gran diferencia de competitividad y retraso, porque el fertilizante sale lo mismo que en todos lados”.

A su juicio, lejos de permitir un progreso, este impuesto estanca o reduce la producción. “En el 2010 producíamos 55 millones de toneladas de soja y hoy estamos en 49 millones. Cuando todos nuestros competidores crecieron. En Brasil construyeron ciudades de cero, como es el caso de Lucas do Rio Verde, en el Mato Grosso que hace 25 años no existía. Acá en Rojas estamos hace décadas en 20 mil habitantes. Pero acá es como que seguimos jugando con los jugadores lesionados”, ironizó.

Consultado sobre su propia experiencia de haber formado parte de un Gobierno que no pudo o no supo eliminar este impuesto, para Del Solar la explicación pasa por dos aspectos: “Primero, que es un impuesto muy fácil de cobrar, se sienta un tipo, pone unos puntos más y se cobran directamente en el puerto. Por otro lado, es increíble que a los economistas argentinos no se les ocurra otra cosa”, exclamó.

“Tenemos muchos economistas reconocidos en el mundo. Pero si estos mismos quieren escribir un paper sobre retenciones en Canadá, no duran ni un segundo. Este argumento se cae al instante. Es un argumento muy localista”, destacó.

Por último, el exjefe de Gabinete se refirió a los diferenciales de retenciones según el “agregado de valor”, una discusión que sostiene desde hace años con la industria aceitera, que ha logrado varias veces en la historia que la harina, el aceite de soja o el biodiesel pague menos retenciones que el poroto, con el argumento que se lo industrializa aquí. “Eso no es más que una avidada que beneficia a la industria aceitera y un par de directivos”, señaló Del Solar, que junto a Etchevehere impulsó la eliminación de ese diferencial en agosto de 2018.

“El ejemplo que yo les pongo a todos y los dejo tartamudeando es: tomando el gas como insumo para hacer urea que luego pasa a un maíz que termina en alimento animal, el maíz o la carne deberían pagar menos retenciones que el gas. Pero no, usan mal el concepto de valor agregado y señalan que un grano es un producto primario”, argumentó.

“Las retenciones te permiten todo este tipo de debates internos, porque son una rareza argentina. El tema es que acá están internalizadas y se considera que están bien, pero salís al mundo y no lo pueden creer”, señaló el productor.

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