El diputado del GEN-Progresistas, Jorge Santiago presentó recientemente en la Legislatura un pedido de informes, dirigido a la gobernadora María Eugenia Vidal, sobre un amplio tramo de la Ruta Nacional 9, y al respeto opinó: que “es difícil comprender que a pesar de los anuncios de un plan de seguridad de avanzada tecnología, no se pueda controlar a quienes con total impunidad tiran piedras a los ómnibus y vehículos”.
El legislador rojense y actual vicepresidente II de la Cámara baja Provincial, quiere saber si existe un diagnóstico que incluya consultas realizadas a especialistas para la elaboración de un plan de seguridad, a fin de controlar la autopista; el presupuesto destinado al mismo y el respaldo tecnológico; medidas de prevención contempladas en el plan; si existen cámaras de video vigilancia de 360 grados en ese tramo de la autopista Buenos Aires-Rosario; lugares donde fueron colocadas las mismas; ubicación de los centros de monitoreo y cantidad de personal afectado a los mismos.
Además, Santiago pretende saber oficialmente si existen cercos antivandálicos a los costados de la ruta, indicando extensión de los mismos; que se detalle si las colectoras se encuentran iluminadas.
En caso negativo detalle con precisión los tramos sin iluminar; cómo interactúan los oficiales de gendarmería y de la policía bonaerense ante hechos de inseguridad detectados en los centros de monitoreo, incluyendo tiempo estimativo en llegar al lugar del conflicto; cantidad de personal afectado al control de seguridad en la autopista; si dicho personal permanece en los centros de monitoreo o se encuentra patrullando la misma, indicando frecuencia con que se realiza el patrullaje; cantidad de denuncias recibidas en los puestos de atención al usuario durante los últimos doce meses, entre otras cuestiones.
Santiago fundamentó que “es de público conocimiento los graves hechos de inseguridad que se producen en las autopistas, pero en los últimos tiempos los mismos se efectúan bajo la misma modalidad, especialmente en el tramo comprendido entre los kilómetros 60 y 66,5 de la autopista Buenos Aires-Rosario”.
El representante de la Segunda Sección bonaerense considera que “las bandas de ladrones se esconden al costado de la banquina, previa colocación de obstáculos para romper los autos y pinchar gomas, obligando a los conductores a frenar, para posteriormente efectuar el robo. El tramo crítico está a la altura de Campana, donde se recorren seis kilómetros con un solo puesto de vigilancia”.
En la iniciativa se reproduce parte del informe elaborado por la Comisión Nacional de Víctimas del Transporte Público (CNVTP), entre 2010 y 2013, donde se da cuenta que se produjeron en la autopista La Plata-Buenos Aires 234.300 ataques a vehículos. Martín Lescano, titular de esa entidad, dice que el informe englobó todo tipo de agresiones, desde los ataques con piedras a los que se efectúan utilizando clavos miguelitos, troncos, bujías o cualquier otro elemento que sirva para causar daño a los vehículos y frenar la marcha de los automovilistas, a veces con intenciones de robo y otras por mero vandalismo.
Asimismo, en un reciente informe, la CNVTP revela que en cada jornada se producen más de 300 ataques vandálicos en las principales autopistas de la Ciudad de Buenos Aires y del Conurbano Bonaerense.
Uno de los hechos que tomó estado público fue el que le tocó vivir a comienzos de mayo al periodista Marcelo Longobardi, en la autopista Panamericana, a la altura de Exaltación de la Cruz.
El comunicador relató que chocó con su camioneta contra un bloque de cemento arrojado por un grupo de delincuentes, pero resistió el impacto y eso le permitió huir: “tuvimos suerte porque le pegamos y seguimos. Si no lo ves, volcás. Es una modalidad criminal, peligrosísima”, dijo en diálogo con distintos medios de comunicación. El periodista detuvo su marcha unos 500 metros de donde había impactado y ahí fue cuando vio cómo asaltaban a los autos que venían detrás. "A un hombre le robaron la plata, el teléfono y hasta las zapatillas", graficó
Santiago afirma en el proyecto que “conjuntamente con los controles de velocidad en las autopistas, se debe ofrecer seguridad a los automovilistas, garantizándoles un paso fluido en el tránsito; esquema que se ve seriamente quebrantado cuando ocurren episodios violentos como son las pedreas, la presencia de miguelitos, troncos o cualquier otro elemento que obligue a los rodados a detenerse abruptamente, en ocasiones para facilitar un saqueo o cualquier tipo de robo como vienen ocurriendo”.
El diputado opositor resaltó finalmente que “el Poder Ejecutivo, a través del organismo que corresponda, debe responder a los ciudadanos con medidas efectivas y que eliminen definitivamente los ataques que sufren quienes viajan por esta autopista”.
