Miguel Piedecasas preside desde fines del año pasado el Consejo de la Magistratura por donde pasa la selección de candidatos a jueces y camaristas en toda la Justicia Federal y Nacional, pero también se tramitan las denuncias sobre magistrados para determinar si corresponde la separación, una sanción menor o bien enviar al cesto la presentación.
En diálogo con El Litoral, afirma que este año el cuerpo recobró la dinámica de trabajo en cuanto a elaboración de ternas para cada cargo vacante, las que son enviadas al Poder Ejecutivo para que elija un pliego a remitir al Senado. Las internas paralizaron al Consejo en los últimos cuatro años de gestión, que coincidieron con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. “En cuatro años se enviaron apenas 45 ternas y en este año ya llevamos 52 y esperamos llegar a 70 en diciembre” resumió. Para elaborar esas ternas se debe lograr dos tercios de los votos. “Esa es la esencia de la cultura democrática, el consenso. Si una sociedad no está madura para ponerse de acuerdo para votar los jueces, no está madura para nada”, señaló.
—Semanas atrás hubo una exhortación de la Corte Suprema de Justicia al Consejo por las ternas. ¿Lo consideró un reto?
—No, es una exhortación en la cual todos coincidimos. Hay que tramitar con mayor celeridad y eficiencia como lo estamos haciendo todo el proceso de selección de jueces. La Corte se toma del reclamo de las cámaras federales que a su vez lo reciben de primera instancia. Este año sumamos 52 ternas y tengo confianza en llegar a 70 que es un número importante. Espero que en los cuatro años de gestión podamos llegar a un número cercano a 200 ternas, con lo cual el número de vacantes bajaría sustancialmente.
Hay que tener en cuenta que no todas las vacantes están en el Consejo. Nosotros tenemos 214 en trámite, sólo falta abrir 3 concursos. El Poder Ejecutivo tiene una cantidad de ternas importantes para elegir el candidato a elevar al Senado y el Senado tiene a estudio otras. Los tres poderes del Estado debemos optimizar la gestión de la designación de los jueces y todos estamos trabajando en eso.
—¿El abogado libre se acerca a concursar para ser juez o son los menos?
—Los concursos están muy vinculados a los funcionarios que están dentro de la estructura del Poder Judicial. El abogado de la profesión es un número porcentualmente muy inferior, debe estar en un 10 %.
—¿Si quiere competir tiene las mismas posibilidades que el empleado judicial?
—En abstracto sí. Hay que acercarle el mundo -que para la estructura judicial es cotidiano- al abogado de la profesión. Esta es una tarea de la federación y de los colegios de abogados y también lo estamos haciendo nosotros, abriendo las capacitaciones a todo el mundo. Es un momento de crecimiento de la participación de abogados en el Consejo, en la selección y en otras actividades.
—La Justicia está mal vista por la sociedad. ¿Usted cree que esa mirada es sobre toda la Justicia o por lo penal, lo federal?
—En la nacional y en la federal creo que el acento de los medios está puesto en la Justicia penal y particularmente en el fuero penal federal. Sin embargo tengo el convencimiento por reclamos en materia laboral, de familia, de salud, que tienen tanta intensidad como los vinculados a la materia penal. Hay reclamos en todos los fueros por infraestructura, recursos humanos, mayor celeridad de mayor eficiencia.
—Ustedes encararon una auditoría en el sistema judicial. ¿Cómo se encuentra el trámite?
—Las auditorías van en un buen trámite de gestión. Antes de fin de año podremos tener un documento institucional que refleje los datos que se han podido recabar en el fuero penal federal en materia de delitos contra la administración pública, donde están involucrados funcionarios públicos nacionales. En paralelo se está realizando una auditoría en materia de gestión del fuero laboral de la Capital Federal y vamos a completar determinados fueros como delitos de lesa humanidad. En todo el país estamos llevando adelante la auditoría en materia de narcotráfico.
—¿La Justicia está preparada, capacitada, tiene estructura para el tema narcotráfico que ha explotado en los últimos años?
—Estoy convencido de que requiere mucha más infraestructura tanto de recursos humanos en cantidad, formación, capacitación como en infraestructura de recursos materiales. Ejemplifico con el norte argentino que es una de las zonas importantes, o Ezeiza, donde la infraestructura es sumamente deficiente. Faltan jueces en algunos lugares como Orán, Tartagal, Libertador General San Martín, San Salvador de Jujuy. Salta capital Se están tramitando los concursos. Cubrir las vacantes de jueces federales es una definición política muy importante. La otra definición política es invertir una mayor cantidad de recursos de infraestructura para la Justicia Federal en materia de narcotráfico en las zonas estratégicas del país vinculadas a este delito.
—Narcotráfico cero. ¿El propósito del gobierno requiere no sólo de la Justicia?
—Es el diseño de una estrategia de política judicial en conjunto con los tres poderes del Estado que puedan articular requerimientos que hoy el problema plantea.
—¿Es lento el Consejo para juzgar la conducta de los jueces?
—Actualmente el Consejo está funcionando bien. Las denuncias ingresan, se tramitan en forma inmediata, los procedimientos han superado los atrasos. Hoy hay muy pocas causas viejas, hay un plazo de caducidad de tres años si no cae la denuncia. Estamos trabajando en plazos razonables y adecuados. Ingresan muchas denuncias, pocas terminan en juicio político y otras en sanciones disciplinarias. La gran mayoría han sido desestimadas por considerárselas abstractas.
—¿Hay uso político de las denuncias?
—La gran cantidad de denuncias no proviene de los sectores políticos, sino de una disconformidad con las resoluciones judiciales, por ejemplo; de personas privadas de su libertad; denuncias recurrentes. Denuncias del estamento político o que tienen fundamento real se tramitan y en la etapa que se inició el 22 de diciembre con seriedad, con compromiso y con profundidad.
Una visita de jerarquía
Una delegación del Consejo Superior de la Magistratura de Italia estuvo en la Argentina compartiendo experiencias con su par argentino. El grupo estuvo encabezado por Giovanni Legnini, vicepresidente del Consiglio Superiore della Magistratura, acompañado por los consejeros Luca Palamara y Piergiorgio Morosini.
Piedecasas explicó a El Litoral que el Consejo italiano es el modelo base en todo el mundo. Lo preside el propio presidente de la República y un tercio de los miembros elige el estamento político y los dos tercios restantes los magistrados, tanto jueces como fiscales.
“En el mundo se respeta al Consejo de la Magistratura de Italia y el equilibro que ha logrado” señaló. Como corolario dice compartir el concepto de que “hay que evitar poner el Consejo de la Magistratura en función de un partido político. El debate político institucional es la esencia obvia de este órgano constitucional. Ellos lo reconocieron y dicen que algunos de los problemas que tienen son muy similares a los nuestros. Siempre será así. Hay que lograr que los puntos de tensión disminuyan: celeridad en la selección, en el juzgamiento y el manejo transparente y eficiente de los recursos. Esos elementos le van a brindar al Consejo la credibilidad y el prestigio que la sociedad les reclama”.