Los concejales de la mayoría macrista, impulsados por el presidente de este cuerpo, Leonardo Armellini, aprobarán en la próxima sesión un proyecto cargado de hipocresía demagógica, solicitándole a CLYFER que reduzca las ganancias que obtiene con la prestación del servicio de energía eléctrica.
Otra medida más que busca tapar los castigos que recibimos como comunidad, por los tarifazos que se aplicaron sin reconocer la realidad de nuestros ingresos.
Ahora que resulta evidente que las facturas no se pueden abonar, lejos de dar marcha atrás con estos incrementos, lo que hacen desde el Gobierno provincial, es eliminar cargos que se cobraban en esta boleta y que en muchos casos iban a colaborar con el financiamiento de instituciones de bien público, como lo son en nuestra ciudad, el Hogar de Ancianos y los Bomberos Voluntarios.
Y aquí en Rojas, en estos casos si hablamos fríamente de números concretos, bastaría que desde el Ejecutivo municipal se disponga prescindir de los servicios de un par de funcionarios políticos que, sin vergüenza alguna, cobran sus salarios sin ejercer tarea alguna.
Esto significaría un ahorro de unos aproximadamente 2 millones de pesos que serían útiles para suplir los ingresos que dejaran de percibir el Hogar de Ancianos y los Bomberos por la eliminación del fondo de obra.
En este sentido, se puede mantener cierta expectativa positiva, atento la manifestación inequívoca que hizo el intendente Claudio Rossi el pasado sábado 12 de mayo ante los medios de prensa locales, sobre acciones que tomaría en estos días para reducir la planta política, acorde los lineamientos que bajan desde la Gobernación provincial.
Para finalizar destacamos cierta actitud mafiosa que los concejales macristas dejan trascender como una velada amenaza de quitarle a CLYFER la concesión del servicio, como ya ha dicho en reiteradas ocasiones Armellini, al redactar textualmente lo siguiente: “este Concejo Deliberante siempre ha sostenido que el Municipio retiene, en su calidad de poder concedente, el ejercicio de poder de policía sobre la prestación del servicio de energía eléctrica”.
Eso es lo mismo que decirles sin sutilezas: “si no hacen lo que Armellini y nosotros decimos les quitamos el manejo de la empresa”.
Y como siempre en la historia, en el medio de todas estas hipócritas y supuestas disputas por el poder, quedamos nosotros, los ciudadanos que algún día nos hartaremos de estos personajes que viven de los sueldos del estado sin haber hecho mérito alguno para eso y que están presentes en todo el espectro político, ya que estas miserables comportamientos no exclusividad del oficialismo de turno.