Según se publicó en medios nacionales, por primera vez detectan en la Argentina una organización brasileña que lavaba dinero del peligroso Comando Vermelho.
La Policía Federal detuvo a tres personas que habían montado una sofisticada estructura de blanqueo de activos, a través de monedas virtuales, cuevas financieras y exportación de vinos de Mendoza. En Rojas, días pasados, se realizaron allanamientos en el marco de esa megacausa, entre ellos a una escribanía ubicada en calle María Unzué de Alvear, además de otros domicilios.
Los integrantes de la banda realizaban transacciones con criptomonedas, compraban vinos en Mendoza que luego enviaban a Francia y a Brasil y manejaban varias cuevas de la city porteña. Tras una investigación de casi ocho meses, la Policía Federal Argentina (PFA) detectó a un grupo de brasileños que habían montado en la Argentina una sofisticada estructura financiera para lavar dinero del Comando Vermelho, la poderosa organización criminal de origen carioca.
Es la primera vez que se detectan células activas de esta banda transnacional en el país. La PFA, por orden de la jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado, detuvo a tres miembros de esta organización, todos de origen brasileño, en Buenos Aires, y se realizaron más de 40 allanamientos en la Capital Federal, el conurbano y Mendoza.
Así lo informaron a La Nación fuentes de la causa. La causa comenzó tras una presentación hecha por la Procuraduría de Criminalidad Económica y el Lavado de Activos (Procelac), en la que se advirtió acerca de transferencias millonarias de fondos por medio de criptomonedas y activos fiduciarios.
Según fuentes judiciales, este grupo que lavaba dinero de Comando Vermelho, grupo criminal que se originó en las favelas de Río de Janeiro, desembarcó en la Argentina luego de que comenzaran a tener problemas con la Justicia en Brasil. “Movían fortunas”, apuntó los voceros consultados.
La jueza Arroyo Salgado le encomendó las tareas investigativas a detectives del Departamento Operaciones contra el Lavado de Activos de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la PFA. En el expediente, el Ministerio Público está representado por el fiscal federal de San Isidro Fernando Domínguez.
Según fuentes oficiales, los detectives de la PFA lograron determinar que el supuesto líder de la organización criminal, solo identificado por sus iniciales, M.C.S., y su pareja, estaban involucrados en maniobras de lavado de dinero en Brasil, donde eran propietarios de una entidad de asesoría financiera en Brasilia.
Esa firma promocionaba paquetes para que brasileños vinieran a estudiar en universidades argentinas. A través de este mecanismo movían, según la causa, sumas millonarias de dinero que debían blanquear de Comando Vermelho.
La Justicia brasileña identificó estas operaciones oscuras. Logró bloquear cuentas bancarias por la suma de 681 millones de reales y llevó adelante embargos de bienes muebles e inmuebles. Se estableció además que las empresas involucradas lavaban dinero mediante la utilización de criptomonedas, con lo cual era imposible el rastreo de los fondos.
En la Argentina, la causa se concentró en determinar qué acciones desplegaba este grupo en el país. Los investigadores lograron desentrañar un elaborado sistema de operaciones financieras muy sofisticado.
Este grupo de brasileños realizaba depósitos, transferencias, cambio de divisas, créditos mutuos y operatorias con poderes certificados por notarios de confianza del núcleo criminal. Con estas herramientas legales, el cabecilla de la organización, al que llamaban El Negro o Jefe, autorizaba a operar en su nombre a los testaferros, tanto en temas administrativos como en la compra venta de bienes.
“Las acciones investigativas permitieron obtener información de relevancia, que llevaron a dilucidar todo el circuito de fluido de activos. Resultaron relevantes para la investigación los contactos de los investigados en el plano nacional, ya que habían conformado un entramado dedicado a blanquear los activos de la organización criminal en el ámbito financiero, sobre todo de las criptomonedas y las cuevas financieras”, informó la PFA en un comunicado de prensa.
Los investigadores detectaron que el líder de la organización se volcó también al mercado vitivinícola, con una empresa radicada en Mendoza, por medio de la cual el investigado efectuaba envíos de vinos a Brasil y a Francia.
Los investigadores tuvieron que utilizar un “agente revelador” para poder meterse dentro del mercado de las criptomonedas y así poder obtener direcciones de las cuentas con las que operaba la organización criminal.
El “agente revelador” tuvo éxito con la obtención de direcciones de varias billeteras virtuales, lo que permitió estructurar los allanamientos. Se confiscaron más de 15 billeteras virtuales, lo que permitió el secuestro de más de 50.000 dólares y el rastreo de otras cuentas y subcuentas vinculadas con sumas millonarias.
El líder de la organización criminal no está entre los tres detenidos. Tiene orden de captura. “Lo estamos buscando”, agregaron las fuentes consultadas.
Según fuentes de la causa, vivía en Nordelta; la casa que alquilaba en el complejo urbanístico de Tigre fue allanada por la Policía Federal. Pero el Negro ya no estaba allí.