Todo quedó en un intento, aunque en realidad no se saben los fines que perseguían quién o quiénes, entre las últimas horas del domingo y las primeras del lunes 2 de diciembre, rompieron totalmente la tapa de la casilla del gas al utilizarla como apoyo para trepar al muro perimetral de la institución.
Precisamente al romperse esta tapa, se frustró el escalamiento y, el o los presuntos autores habrían desistido por el gran ruido provocado que alertó a vecinos de esa calle que prendieron luces y salieron a ver qué estaba pasando.
Esa actitud habría contribuido para que se desistiera de repetir más intentos de ingresar.
Como resultado, no sólo quedó la tapa mencionada absolutamente destrozada, sino también las marcas en el muro de las pisadas que rompieron mínimamente algo del revoque.
En este caso hay que lamentar un daño externo, pero no hubiera sido la primera vez que una institución como el Bichito que resulta tan fundamental para las familias de todo Barrio Progreso y una amplia zona de la ciudad; sufre actos vandálicos o de robos.