Ambos hechos sucedieron en la jornada de este jueves 9 de enero.
El primero fue en horas de la mañana cuando se recibió en el cuartel de Bomberos una comunicación que daba cuenta de un grave accidente entre una moto y un auto en el puente Hardoy de la Ruta 45. Inmediatamente se movilizó una ambulancia del SAME local comprobando que nada de esto había sucedido en el lugar.
El segundo episodio fue a las 17.40 horas cuando otro llamado a Bomberos daba cuenta del incendio de un auto en el estacionamiento vehicular del Molino Cabodi en calle Fernando de Rojas entre Yrigoyen y Pueblos Originarios que fue cubierta por estos servidores públicos con el apoyo de efectivos de la Policía Comunal y el cuerpo de inspectores municipales, quienes pudieron comprobar la inexistencia del siniestro.
En ambas situaciones se cumplieron los protocolos preestablecidos y, previo a la salida de los móviles se devolvieron los llamados a los teléfonos que daban cuenta de las supuestas emergencias, circunstancias en los cuales se confirmaron los dichos iniciales. Luego de verificar que los hechos denunciados no habían existido, no se pudo establecer nueva comunicación con esos números que están siendo investigados.
Para dar magnitud de la audacia y la malicia con la cual estos nefastos vecinos se han comportado, en el incidente de la mañana, al devolver el llamado para chequearlo, la persona se mostró “indignada” con los Bomberos exigiendo que no se demoraran más en enviar la ambulancia.
Sin temor a exagerar son situaciones que no se deberían dejar pasar, puesto que como es bien sabido al poner en movimiento los mecanismos de emergencia con las movilizaciones de todos estos servicios, también se pone en juego la integridad física de todos ellos y de vecinos que se encuentren circunstancialmente en la zona del siniestro o en el camino que recorren los servidores para llegar al mismo.
Lamentable.