Desde la Dirección del Semanario de Junín denuncian que el intendente Pablo Petrecca junto a su hermano, el pastor de la Iglesia Catedral de la Esperanza, han emprendido a través de las redes sociales una campaña de incitación al odio y una velada amenaza a la libertad de prensa hacia el medio local.
Las acciones que involucran a sus fieles tratan de viralizar distintos contenidos que sin lugar a dudas intentan amedrentar el accionar de la prensa libre.
El detonador habría sido una nota publicada este lunes donde se diera a conocer que el pastor Petrecca posee un plazo fijo de un millón y medio de pesos, hecho que fue difundido en dicho portal con el comprobante del depósito en cuestión.
Rápidamente los Petrecca han emprendido una feroz campaña para dañar la imagen periodística ante sus fieles, alentándolos y promoviendo consignas en contra de Semanario de Junín.
De todos modos, resulta llamativo que un intendente que debiera estar ocupándose de las falencias en las que está sumergido Junín en lo económico, social, comercial y laboral use su investidura para defender a su familia, cuando hace silencio ante los despidos, los problemas ambientales y calidad del agua, las promesas de obras incumplidas y las sospechas que investiga la justicia y el Tribunal de Cuentas sobre su gestión.
Desde el portal Semanario de Junín quieren hacer saber a las autoridades municipales que hace responsable a Pablo y Cristhian Petrecca por “las consecuencias que pudieran generar en nuestro perjuicio esta campaña promovida en las redes sociales”.
“Semanario de Junín en sus tres años de vida, no ha sido más que una caja de resonancia de los problemas ciudadanos y las manifestaciones de la oposición, que desde el oficialismo han querido acallar cooptando a otros medios de prensa”, explicarón.
Y finalizaron que “queremos refrendar el compromiso con nuestros lectores y seguidores a pesar del ataque de quienes creen que a través de la censura de voces disidentes podrán hacer del Estado un bastión propio”.