La muerte de Úrsula Bahillo conmocionó no solo a la sociedad de Rojas, sino a todos el país, cuando se supo que la joven ya había denunciado a su ex pareja en -por los menos- 18 oportunidades. A pesar de ello, las autoridades no tomaron ninguna medida y el policía Matías Ezequiel Martínez volvió a atacarla y le quitó la vida.
La información de último momento salpica de manera directa al ministro de Seguridad, Sergio Berni, e incluso al gobernador Axel Kicillof: el femicida es integrante de la fuerza de seguridad de la Provincia, pero había sido expulsado de la bonaerense en 2018.
Úrsula hizo 18 denuncias contra Matías Martínez y nadie hizo nada. Dato no menor, su femicida es policia. Y todas las denuncias fueron cubiertas por una carpeta psiquiátrica. Sus compañeros lo cuidaron, la policía lo cuidó.
— juliana (@julisanmartin__) February 9, 2021
Justicia por Úrsula💜
En las imágenes que acompañan esta nota, se evidencia que el nombre de Martínez aparece en el Registro de Policías Expulsados e Inahbilitados, en este caso por un caso comprobado de “violencia policial”, a pesar de lo cual fue “reincorporado” a la fuerza por la actual gestión.
Vale recordar que durante el gobierno de María Eugenia Vidal se iniciaron casi 20 mil sumarios a uniformados sospechados de haber cometido algún ilícito y más de dos mil efectivos fueron expulsados por no encontrarse aptos para cumplir el servicio y/o por faltas graves tipificadas en la ley de personal de la bonaerense.
A pesar de la existencia de esos sumarios, a través de los cuales se pudieron corroborar muchas de las denuncias e irregularidades, Berni tomó las riendas de la cartera de Seguridad y comenzó un proceso de revisión de todas las sanciones y reincorporó casi a todos los expulsados durante la gestión anterior, argumentando que se trató de una purga “politica” y no un verdadero proceso de depuración.
Lo concreto es que en ese proceso se vio beneficiado el femicida de Úrsula, que a pesar de haber sido reincorporado ni siquiera se encontraba en actividad, sino que gozaba de una “carpeta psiquiátrica”, un eufemismo para seguir pagándole el sueldo a un uniformado que, evidentemente, no esta en condiciones de prestar servicio.