Los culpables. Berni y Durañona, en el blanco de los intendentes.
El
cierre de la lista del FpV en la Segunda Sección electoral resultó conflictivo.
Disconformes con el resultado, un grupo de intendentes decidió plantar bandera
y podría presentar una lista propia para competir en las Primarias Abiertas,
Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 11 de agosto.
A
horas del cierre de listas, en la Segunda se hicieron oír los heridos, que esta
vez no son ni más ni menos que los propios intendentes. Según pudo saber NOVA,
la bronca es contra los alcaldes Francisco “Paco” Durañona (San Antonio de
Areco) y Daniel Bolinaga (Arrecifes), ambos alineados a la Nación, porque junto
a Sergio Berni decidieron los primeros lugares de la lista de diputados
provinciales, sin considerar al resto de los jefes territoriales.
De
acuerdo al borrador que en soledad cerraron “Paco”, Bolinaga y Berni, el primer
lugar sería para el propio mandamás de Arrecifes; el segundo, para Marcelo
“Patón” Torres, un hombre de Berni que se desempeña prosecretario legislativo
del Senado, y el tercero, respetando el cupo femenino, sería para María Eugenia
Ball Lima, la esposa de Lisandro Bormioli, un delegado de Alicia Kirchner en
Pergamino y ex candidato a intendente de esa ciudad en 2011. El cuarto
candidato, en tanto, lo elegiría “Paco” entre los funcionarios de su gabinete.
Pero
el resto de los intendentes de la región puso el grito en el cielo. Visto y
considerando que, de las 11 bancas en juego, el oficialismo aspira a obtener
entre tres y cuatro, sus chances de ingresar a la Cámara Baja son prácticamente
nulas. Por eso evalúan presentar una lista propia e ir a internas.
Se
trata de Ricardo Casi (Colón), Oscar Brasca (Salto), Oscar Ostoich (Capitán
Sarmiento) y Aldo Carossi (Baradero). En este grupo también estaba Luis Ghione,
pero el mandamás de San Andrés de Giles decidió en las últimas horas pasarse a
las filas de Sergio Massa.
El
mapa electoral en la región quedó modificado por la decisión de Massa de jugar
con el Frente Renovador. Por este “fenómeno” del tigrense, las bancas del FpV
quedarían reducidas a tres ó cuatro. Y nadie quiere quedarse afuera.