La comunidad educativa de la Escuela Nicolás Avellaneda se encuentra en alerta nuevamente dado que trascendió que el alumno de nivel secundario abusador de menores del nivel primario continúa yendo al establecimiento.
El hecho ocurrió hace un par de meses atrás y convulsionó a padres y madres del gran servicio educativo.
Ante esta situación, la familia en estado de desesperación, comenzó a evaluar la posibilidad de sacar a las niñas de la escuela porque a su entender se encuentran indefensas. Vale destacar que una de las niñas está aún en estado de shock por los acontecimientos que le tocó vivir, con ataques de pánico y su desenvolvimiento escolar se vio afectado de gran manera.
La familia de una de las menores abusadas hizo averiguaciones en el nivel secundario sobre la situación y le comunicaron que efectivamente el abusador concurría al establecimiento porque “no podían negarle el acceso a la escuela”.
Es por esto que se cree que el acuerdo que se firmó con los padres de los alumnos que concurren a este establecimiento fue sólo para calmar los ánimos, porque Secundario mintió al comprometerse en no dejar entrar más al abusador a la escuela.
El estudiante abusador ingresaría a escondidas y el nivel primario no estaría al tanto de la situación, según pudo saberse. Hubo comunicación de la abogada de las niñas para que prospere el impedimento de ingreso del victimario al mismo edificio donde se encuentran las víctimas.
Seguramente las autoridades de la unidad académica, que responden por todos los niveles del Nicolás Avellaneda, tomarán cartas en el asunto para saber fehacientemente qué es lo que sucede alrededor de este caso y determinar las responsabilidades de cada área sobre la situación.
Además de estas circunstancias, se debería poner el foco en las víctimas que están sufriendo en carne propia la fría burocracia, que se suma a los horribles recuerdos del abuso.