Fuente: Agencia NOVA
La ciudad de Ramallo, en la Segunda Sección electoral, presenta una particularidad: integra el conjunto minoritario de distritos en los que hubo “empate técnico” entre el oficialismo y alguna de las fuerzas opositoras. Por un lado, el intendente radical Ariel Santalla, que en octubre buscará su reelección, se impuso en la interna de la UDeSo. Enfrente, Mauro Poletti hizo lo propio en la del FpV. Ambas fuerzas, sumando los votos de todos sus postulantes, obtuvieron el 40 por ciento. Y en esas condiciones se enfrentarán en octubre.
Sin embargo, en la UDeSo se muestran convencidos de la victoria en las generales. “Estamos sumamente satisfechos porque se hizo una excelente elección, y el intendente Santalla ratificó su liderazgo, permitiendo que nuestro grupo obtuviera un amplio triunfo, inclusive superior al de elecciones anteriores”, analiza el diputado Roberto Filpo, ex jefe comunal ramallense.
Con los números en la mano, el legislador recibe a NOVA en su despacho, en La Plata. “Calculemos que al principal candidato del FpV, Mauro Poletti, se le ganó en su reducto, que es la ciudad de Ramallo, por poco más de 100 votos -grafica-, y más de 1200 en la suma total del distrito”. Los errores en la campaña de la UDeSo, las señales de alarma en la Segunda, el “baño de realidad” camino a octubre, el saldo favorable de la experiencia de las primarias, el panorama de la próxima Legislatura y la necesidad de la boleta única. Todo en esta entrevista “sin cassette”.
- ¿Qué conclusión saca de las primarias?
- La elección nos ha posicionado muy bien de cara a octubre, teniendo en cuenta además las situaciones adversas del contexto provincial y nacional, donde la mayoría holgada que obtuvo Cristina (Fernández) no tuvo su correlato en Ramallo. Mejor dicho, sí obtuvo un gran porcentaje en Ramallo, pero no se trasladó a las listas locales del FpV. Como contrapartida, la UDeSo tuvo una muy buena elección. Esto es para resaltar porque consolida la opinión generalizada en la ciudadanía de Ramallo respecto de que Ariel Santalla se encamina a gobernar un tercer período en la ciudad.
- En la sumatoria, los votos entre UDeSo y el FpV son parejos, y en el peronismo se ilusionan con que esos guarismos se traduzcan en las generales. Pero, en política, ¿dos más dos es cuatro?
- No. En política dos más dos no es cuatro. Puede ser tres o cinco. Con lo cual me parece que no hay que subestimar a la gente. La gente va a repensar nuevamente su voto y, en particular, pienso que va a fortalecer la postura de Santalla. Uno advertía después del triunfo, en los días posteriores en los comentarios de clubes, bares, comercios y escuelas, una clara tendencia a consolidar lo del intendente. Hoy estamos ante una situación en la que el FpV va a salir a competir en octubre con un candidato que ya fue derrotado tres veces, y que ni aún con el enorme envión que significa el arrastre de Cristina pudo imponerse claramente ni en la interna ni en la general. La suma de los votos de la UDeSo va a dar mucho más que lo que marca la aritmética.
- En la ciudad se presenta la particularidad de que a la UDeSo le fue mejor en el plano distrital que a nivel provincial y nacional.
- Sí, es indudable. Porque, si después analizamos lo que ocurre en la sección o en la Provincia, nos encontramos con que los números empiezan a caer. En ese sentido, creo que hay que replantear la estrategia provincial de cara a octubre porque, de lo contrario, podemos llegar a un fracaso a nivel seccional. Hoy nosotros obtuvimos en la sección un 17 por ciento de los votos válidos en la categoría de senador provincial,. Para poder acceder a una o dos bancas, se necesitan poco más de 11 mil votos. No nos parece inalcanzable ni mucho menos, porque el panorama electoral va a cambiar a partir de que, en muchos de los distritos donde hubo internas encarnizadas, creo que va a haber un reacomodamiento de la opinión de la gente y una orientación militante diferente.
- ¿En qué sentido?
- En el sentido de que nos parece que en octubre el reposicionamiento de Francisco De Narváez y sus candidatos a legisladores nos va a permitir crecer, en particular en la Segunda Sección.
- ¿Qué evaluación hace, como dirigente del interior, cuando tanto De Narváez como Alfonsín señalan que pudo haber habido una mala lectura de la realidad incluso a la hora de sellar la alianza?
- Creo que hay una responsabilidad primaria de a oposición en el sentido de que, obtenidos los resultados de 2009, comenzó una pelea descarnada por el posicionamiento de los diferente referentes. Pasó tanto en la ruptura del acuerdo de De Narváez, (Mauricio) Macri y (Felipe) Solá como, por otro lado, la ruptura entre el radicalismno, (Margarita) Stolbizer y la Coalición Cívica. Eso se tradujo y tuvo un correlato hacia la opinión pública nacional y provincial. Los resultados reflejan eso. Por otro lado, el oficialismo, más allá de sus errores y aciertos, se mantuvo por los carriles que venía transitado. Me parece que la elección del 14 de agosto refleja esa situación. Para mí no fue motivo de asombro. Quizás la presidenta obtuvo algún porcentaje mayor al que yo pensaba, pero en mi fuero íntimo creía que la elección iba a andar por estos números. Sí creía que, tal vez, a nivel provincial, se podía hacer una mejor elección. No obstante, en charlas posteriores que hemos tenido con os dirigentes de la UDeSo -tanto radicales como denarvaístas- hemos detectado algunas falencias que vamos a corregir rumbo a octubre, que nos va a permitir mejorar la performance obtenida el domingo pasado.
- Cuando Alfonsín platea que la elección de octubre hay que pensarla como una “legislativa” para equiparar fuerzas en el Congreso, ¿usted qué piensa?
- Creo que, si uno se pusiera el "cassette" de dirigente político, diría que esto no es lo mismo. Pero creo que hay que ser realista, y me parece que hay escasas chances de derrotar a Cristina en octubre. Sí creo que ese porcentaje puede llegar a ser sensiblemente menor, por el reacomodamiento de sectores que perdieron sus diferentes internas, porque uno advierte hoy una creciente preocupación en muchos sectores por el poder sin contrapeso y sin límites que pueda tener el oficialismo, con lo cual me parece que un llamamiento a un voto responsable para buscar equilibrios puede generar un aumento del voto hacia la oposición. Desde ese punto de vista, lo veo posible, pero no desconozco que ninguno de los candidatos –llámese (Eduardo) Duhalde, (Hermes) Binner o Alfonsín, va a poder vencer en octubre. Esa hipótesis la tengo completamente descartada. Hay que darse un baño de realidad. Lo otro sí puede ocurrir porque, en verdad, por lo que uno escucha y charla con la gente, hoy hay una advertencia con algún grado de preocupación respecto de hacia dónde pueden llevar los excesos del poder sin límites.
- Y en ese sentido, ¿cómo prevé el panorama en la Legislatura?
- En la Legislatura puede cambiar, pero no tanto. Porque los resultados de 2009 se van a seguir sintiendo en esta renovación. Además, uno advierte un bloque que se estaría conformando en el oficialismo que igual no llegaría a la mayoría absoluta. Y, además, uno lo ve por dentro y no es un bloque monolítico ni mucho menos, con lo cual creo que la Cámara de Diputados va a ser reflejo de esta diversidad, donde se va a poder trabajar, como se ha hecho hasta ahora, con absoluto respeto hacia el gobernador (Daniel Scioli) pero también con una clara conciencia de limitar el poder del Ejecutivo, como lo hemos venido haciendo. Vale decir: oposición con responsabilidad y madurez. Número más, número menos, esa tesitura de trabajo no va a cambiar.
- ¿Cómo vivió la experiencia inédita de las primarias?
- A mí me gustó. Creo que tienen algún nivel de errores para corregir, como la distribución de mesas en las escuelas, tal vez el número de votantes, porque votan varones y mujeres juntos y eso generó que hubo mesas que terminaron muy tarde, por la gran cantidad de votantes, pero el saldo es positivo. Y, por otro lado, me parece que se puede avanzar un poco más todavía con el sistema de boleta única. Es necesario llegar a este sistema, sea en la variante que sea. Las primarias, igual, son un adelanto en cuanto a la forma. El hecho de que haya internas abiertas y simultáneas es bueno, porque no permite que una fuerza política se entrometa en la vida interna de otra, y eso da ciertas garantías. En ese sentido lo veo muy bien, porque absolutamente todas las fuerzas políticas quedamos sorprendidas por la afluencia de gente al comicio. O sea, si me preguntaban a mí, yo iba a decir que esperaba un 70 por ciento del padrón, y en mi distrito anduvimos en un 82, superior a los niveles de una elección obligatoria legislativa, o sea, realmente extraordinario, y uno no puede menos que alegrarse ante eso. Corrigiendo estos aspectos, el saldo es positivo. Y reitero: me gustaría avanzar hacia la concreción de la boleta única.