LA PLATA, Septiembre 19.-(Por MARISA ALVAREZ) Por ahora todo es revulsión, tensiones y bronca. Pero en medio de esa anarquía de sentimientos, existen indicios de que el episodio del reproche público del ex Presidente al gobernador Scioli puede convertirse en un punto de quiebre en la relación entre Néstor Kirchner y el universo de dirigentes del peronismo bonaerense que responde a su liderazgo.
El elemento clave de ese proceso reside en que esos dirigentes tomaron nota del mensaje que Kirchner específicamente también les dedicó a ellos, y su resolución podría tener consecuencias en el alineamiento electoral para el 2011.
Los efectos del discurso en el que Kirchner le reclamó a Scioli "que diga quién le ata las manos" para combatir la inseguridad, viraron, en el ánimo de los referentes bonaerenses del oficialismo, de la desorientación al repudio para convertirse luego en una reacción que -todo lo indica- el ex Presidente no esperaba: de solidaridad y apoyo a Scioli. Una conclusión alimentó esa decantación en cada dirigente: "Mañana vendrá por mí".
El discurso de Kirchner en cuestión, pronunciado en
Pero los intendentes bonaerenses han rumiado también, y fundamentalmente, el párrafo que Kirchner les dedicó en
Así, Kirchner no usó la palabra de la discordia. Pero los intendentes supieron que, por primera vez, les estaba hablando de las listas "colectoras". Y lo hizo en tono de advertencia y desafío, seguramente porque sabe que los jefes comunales no quieren saber nada con que se vuelva a utilizar ese mecanismo electoral que divide los "votos propios" a intendente entre más de un candidato y aporta la suma de todos ellos a un solo postulante presidencial.
En el oficialismo de
DEL MALESTAR A
Acertados o no en su análisis, lo cierto es que si el golpe al Gobernador había generado sucesivamente desorientación, estupor, repudio, malestar y solidaridad, el mensaje de las "colectoras" directamente ha encolerizado a los intendentes. Y algo más: muchos jefes comunales dicen haber tomado ya la decisión de no aceptar el uso de ese mecanismo y hay incipientes contactos orientados a encauzar el rechazo si Kirchner al final avanza con esa estrategia electoral.
En ese grupo militan jefes comunales conocidos como "los peso pesado" del Conurbano, habituados a ganar por amplios márgenes hasta que en los comicios del año pasado -por la incidencia de las "colectoras" en algunos casos, por el arrastre negativo de la boleta de Kirchner, en otros- vieron poblarse los Concejos Deliberantes de sus distritos de opositores que les quitaron, en más de un caso, la mayoría y el manejo de ese órgano.
Es en este paisaje que algunos referentes peronistas pronostican que el discurso de
INCERTIDUMBRES
Las incertidumbres que se plantean en torno de ese eventual futuro son, con todo, mayúsculas. Si Kirchner dispusiera las "colectoras" y las mantuviera pese al rechazo, ¿la dirigencia se iría en masa de ese espacio? ¿Quién lideraría el éxodo? Pese al enorme malestar existente, sólo algunos intendentes -Pablo Bruera, José Eseverri, Jesús Cariglino- del "grupo crítico" han expresado públicamente apoyo a Scioli. La solidaridad generalizada con el Gobernador, además, se limita a ese episodio y muchos intendentes tienen fuertes cuestionamientos sobre diversas áreas de la gestión provincial. Y Scioli, en tanto, ha hecho algunos gestos de diferenciación -fotos con adversarios y "críticos", subrayados de su vocación por el diálogo, el consenso y la no confrontación- para negarles a continuación la condición de tales.
Algo, con todo, es claro. Se ha abierto en la relación entre Kirchner y sus generales bonaerenses un proceso turbulento de final incierto.(Fuente: EL DIA)