CAPITAL FEDERAL, Julio 10.-(Por Mario Wainfeld )Lo que hay en juego. Lo que arriesga Macri, su caudal y sus límites. El kirchnerismo procura elevar su techo y llegar a una segunda vuelta con chances. Las claves para leer el resultado. La ilusión de Solanas, su futuro. Ocho fórmulas que compiten con pocas ilusiones.
Los porteños elegirán hoy, por quinta vez en su breve historia como distrito, a su jefe de Gobierno. Según el “sentido común” de las encuestas de todo pelaje, el actual mandatario Mauricio Macri (PRO) obtendría el primer puesto y el senador Daniel Filmus (Frente para
En las elecciones precedentes sólo Aníbal Ibarra en 1999 pudo prescindir de la segunda vuelta, superando con comodidad a Domingo Cavallo. El primer jefe de Gobierno, Fernando de
Si no se corroboran los sondeos y las especulaciones previas, consultores y formadores de opinión deberán poner las barbas en remojo. Si se ratifican, el interés estará centrado en la diferencia entre el primero y el segundo. También en la comparación de sus desempeños con los del año 2007, cuando ya se enfrentaron. Y, por último, habrá que mirar cuántos votos “disponibles”, esto es, no absorbidos por los dos punteros, quedan para la segunda vuelta. Con bajo porcentaje de votos flotantes y amplia diferencia se consolidarían las perspectivas del primero. Con más votos a capturar y un gap corto, el segundo mejoraría sus chances.
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Las marcas del pasado: El electorado de
Macri, en cambio, conserva desde su primera irrupción en 2003 un piso muy alto.
Pino Solanas sorprendió con su cosecha en 2009, corriendo de atrás, en una elección expresiva, de medio mandato.
El horizonte más deseado hoy por el jefe de Gobierno sería volver a sacar más del 46 por ciento, como en su anterior competencia con Filmus.
El del aspirante kirchnerista, elevar el techo de su fuerza, que jamás traspuso el 24 por ciento del padrón, y acortar la brecha con el jefe de Gobierno.
El sueño de Solanas sería probar que su proeza de dos años atrás no fue una flor efímera. Suelen germinar en
Solanas y Macri depusieron sus candidaturas presidenciales, ya instaladas, para buscar
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Mauricio y
El jefe de Gobierno es el favorito para ganar la primera vuelta. Arriesga mucho: el único distrito que conduce su fuerza y casi todo su capital político. Si llegara a perder
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El candidato K: Filmus es candidato por tercera vez, las dos anteriores llegó segundo (contra Macri y contra los senadores cívicos María Eugenia Estenssoro y Samuel Cabanchik, ambos en 2007). Entre los kirchneristas es quien sostiene la mejor intención de voto. De cualquier modo en la coyuntura está por debajo de Cristina Fernández de Kirchner. Cero novedad porteña en esta situación, recurrente en casi todas las provincias.
El ideal de Filmus sería arrimar sus votos a la masividad que –da la impresión– congrega
Los apoyos que consiga expresarán el piso (acaso el subsuelo) de Cristina Kirchner del Frente para
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Pino y sus amigos: Solanas tuvo conflicto con sus aliados de estos dos últimos años, a los que agregó una insólita ruptura con el Frente Amplio Progresista, apenas acabado de conformar. El éxito condona las tácticas electorales y sutura las heridas que abre el personalismo. El castigo electoral se duplica, en tales casos. Pino no sólo pone en juego su porvenir vecinal, también su armado nacional. Los guarismos, por otro lado, traducirán si fue justo en colocarse a la par del gobernador Hermes Binner o del senador Luis Juez o si su patrimonio debía inducirlo a ser más modesto y orgánico.
“Ganar” es una expresión polisémica en política. Para Solanas equivaldría a mantener su caudal de 2009, máxime si ingresa en segunda vuelta. Si venciera, ejercería una fuerza centrípeta sobre compañeros de ruta y aliados. Si perdiera, es cantada la exacerbación de la diáspora que ya comenzó.
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Las cuartas fuerzas: Catorce fórmulas se postulan, varias hueras de esperanza. Otras las conservan, en proporciones menudas. Referencia llamativa, hay partidos que dominaron
En ese conglomerado que, todo lo indica, moverá poco el amperímetro están los principales rivales del FpV de octubre: el radicalismo y el Peronismo Federal, que han engarzado flojas elecciones en todas las provincias que eligieron sus autoridades. Van siete, en seis ganó el oficialismo local, un dato que seguramente traduce un clima de opinión y, relativo, conformismo.
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Legislatura y comunas: Es casi imposible que el macrismo consiga mayoría en
Debutan con el pie izquierdo las comunas, una institución tendiente a descentralizar el poder, empoderar a vecinos y enriquecer la representación política. Tal vez por esas virtudes, las comunas fueron frenadas por distintas administraciones. Se plasmaron recién diez años después de lo que fijaban las normas legales. La idea era que sus autoridades se eligieran por separado de las ejecutivas y legislativas. No se cumplió. La información en campaña fue entre escasa y nula. Se votarán comuneros presentados por los partidos, aunque se puede cortar boleta. De cualquier modo, el avance se pone en marcha y quizá vaya rindiendo frutos con el transcurso del tiempo.
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Vox populi: Se pronostica un día con sol y templado. El pueblo soberano definirá (acaso de modo inapelable, acaso con final abierto) si será un día macrista, peronista o solanista. En cualquier supuesto, una nueva instancia de participación es una buena noticia en un país que padeció dictaduras y proscripciones. Hasta acá, las elecciones provinciales fueron razonablemente limpias (excepción hecha de Chubut) y con participación elevada. Ojalá se repitan esas buenas costumbres. De todo lo demás, incluyendo algunas menciones sobre las campañas y sobre trayectorias de los candidatos que se ahorran para respetar (dentro lo posible) las difusas reglas de la veda electoral, se hablará en el diario de mañana.(Fuente: Pagina12)